Anya y Yelena salieron caminando juntas. Sin necesidad de palabras, ambas se dirigieron hacia su destino común: su parque favorito.
Para Anya, hubiera sido ideal tener más tiempo para planificar una cita romántica y especial, pero al mismo tiempo, la simple idea de salir oficialmente en una cita con la mujer que amaba ya era suficiente. En cambio, para Yelena, la cita improvisada era más que satisfactoria. Le bastaba con saber que estaban saliendo en un plan que trascendía la amistad.
Al entrar al parque, tomaron el camino hacia las mesas cercanas al lago, un lugar que ambas adoraban. Solían alimentar a los patos, con Yelena pintando a veces inspirada por el lago, mientras Anya tomaba fotografías. Era un rincón lleno de recuerdos entrañables para ambas.
Cuando llegaron a la zona de las mesas, Anya esperó a que Yelena tomara asiento antes de darle un suave beso en la mano.
—Voy a traer algo para que podamos darle de comer a los patos, no tardo —musitó Anya muy cerca del rostro de Yelena, aún sosteniéndole la mano y dejándole suaves caricias. Yelena le sonreía encantada por ese gesto.
—Me parece perfecto, Anny.
Anya le dedicó una última sonrisa antes de dirigirse a buscar lo que necesitaba. Cerca de allí, encontró un pequeño diner dentro del parque, donde compró comida especial para los patos y unos cheesecakes que sabía que encantarían a Yelena. De esta manera, la cita adquiría el toque romántico que ambas merecían.
De regreso, Anya dejó los cheesecakes en la mesa y extendió su mano hacia Yelena, invitándola a ir juntas a alimentar a los patos. Disfrutaron unos minutos hasta que el alimento para las aves se agotó, momento en el que decidieron empezar a disfrutar de los apetecibles cheesecakes que Anya había elegido con esmero para ellas.
—Mm... está delicioso, Anny —murmuró Yelena, maravillada con el sabor de su cheesecake. Anya sonrió ampliamente, sabía que a Yelena le encantaría.
—Me alegra que te gustara, Lenn.
Anya probó también de su porción, pero no podía apartar la mirada de Yelena. No existían palabras para describir lo que sentía al ver frente a ella a la mujer de sus sueños, simplemente era perfecta.
—¿Qué sucede, Ann? —preguntó Yelena al notar la mirada constante de Anya—. Lo siento, es que está delicioso —musitó tímidamente.
—Solo estoy apreciando la vista —contestó Anya sin reparos. Las mejillas de Yelena se tiñeron de rojo, provocando que la sonrisa de Anya se hiciera aún más evidente. Realmente estaba enamorada de Yelena.
—Me gusta cuando me dices cosas así —murmuró Yelena, sonriendo con las mejillas sonrojadas.
—Si por mí fuera, te las diría todos los días de mi vida —Anya respondió dulce y honestamente—. Sería un honor para mí, Lenn.
—Y yo las escucharía más que encantada —replicó Yelena de la misma manera.
La sonrisa de Anya se extendió aún más, si eso era posible. Había esperado mucho tiempo por este momento, y tal vez era hora de confesarle algo.
—Lenn, ¿recuerdas la última vez que fuimos juntas a la playa? Ya sabes, antes de irme de la Tierra —le preguntó—. Cuando me caí surfeando —Yelena asintió con la cabeza mientras reía ante el recuerdo.
—¿Cómo poder olvidarlo? —musitó Yelena entre risas.
—¿Y recuerdas el momento exacto en que caí? —preguntó Anya, sin dejar de mirar con una enorme sonrisa a Yelena. Otra de las cosas que más amaba de ella era el sonido de su risa, sin duda uno de sus sonidos favoritos.
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WAW ~ Historia alternativa
FanfictionEn esta línea de tiempo alternativa de What a Woman, los Vengadores logran salvar tanto a Pietro como a Anya en la Batalla de Sokovia. Sin embargo, con la supervivencia de Anya, muchas cosas cambian en comparación con la línea de tiempo original. El...