Capítulo 11

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El camino al aeropuerto fue algo silencioso. Yelena se la pasó mirando el paisaje por la ventana para tratar de calmar sus nervios. Volver a ver a Anya era algo que deseaba desde hace mucho tiempo, pero no sabía cómo sería la reacción de esta última. Esperaba que las cosas no hubieran cambiado entre ellas. Lo que Yelena no sabía era que Anya estaba igual de nerviosa que ella.


El vuelo llegó a tiempo. Pietro y Anya no tuvieron problemas para encontrar sus maletas y caminar hacia la salida del aeropuerto, donde serían recogidos. Pietro había notado que su hermana estaba nerviosa, así que aprovechó la oportunidad para molestarla.
—¿Nerviosa porque volverás a ver a tu amada y apreciada "Rusita"? —le preguntó en tono burlón. Anya lo miró con mala cara, a lo que Pietro sonrió al ver que había logrado su cometido—. Digo, yo lo estaría si fuera tú.


—Gracias por tus reconfortantes palabras, hermanito —Anya contestó sarcásticamente. Pietro rió—. Pero estoy bien, nada de nervios —mintió.


—¿En serio no le temes al rechazo? —Pietro insistió—. Si fuera tú, lo tendría.


Anya sonrió con suficiencia.


—Y es justamente por eso que no tienes novia o novio —se burló de él. Pietro dejó de sonreír, y Anya rió.


—Eso dolió —Pietro murmuró. La ruptura con Mónica aún estaba fresca en su mente, pero tenía la esperanza de que volverían a estar juntos cuando ella regresara al planeta. Terminaron porque Mónica tenía que ayudar a una vieja amiga de la infancia en un problema que requería su atención fuera del planeta.


—La verdad duele, hermanito.


Pietro se quedó en silencio, pensando en la situación entre su hermana y Yelena. A pesar de que le gustaba molestarla con ese tema, eso no quitaba que se preocupara por su trilliza menor.


—Anya, por favor, ten cuidado cuando vuelvas a ver a Lena. No sé si intentarás algo con ella, pero no quiero que salgas lastimada si las cosas no funcionan entre ustedes... —Anya le sonrió a su hermano.


—Aww, te preocupas por mí.


—Claro que me preocupo por ti, durak (idiota). Eres mi hermanita y no quiero que sufras —Pietro le dijo un tanto preocupado. Anya volvió a sonreír, conmovida por las palabras de su hermano mayor.


—No te preocupes, Sonic. Estaré bien.


—Eso espero, Ann —dijo aún preocupado—. De todos modos, sabes que cuentas conmigo para todo, Supergirl.


—Lo sé, Sonic. Gracias —Anya respondió tranquilamente, lo que logró calmar a Pietro. Este último sonrió, más relajado, y rodeó a su trilliza para darle un abrazo.


—Ya, ya. Mucho sentimentalismo, ¿no? —Peitro le dijo en tono divertido al separarse del abrazo. Anya rodó los ojos.


—Vete al diablo, Sonic —Pietro rió.


WAW ~ Historia alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora