WAW ~ Historia alternativa

Capítulo 21

—Yelena... ¿Qué haces aquí? —musitó Kate una vez que salió de su asombro. 

—Vine para habar contigo, Kate Bishop—respondió Yelena—. Por favor, necesito decirte algo importante. 

—No tenemos nada de que hablar, Yelena.—Kate le respondió severamente—. Y justo este no es un buen momento, así que te voy a pedir que te retires.

 —Entonces, cualquier otro día, el que tú quieras —le pidió—. Pero por favor, en serio necesito hablar contigo.

—¿Y de qué quieres hablar? 

—De nosotras... de nuestra relación —la respuesta de Yelena dejó a Kate sin palabras, no sabía cómo reaccionar ante esa confesión—. Yo aún te amo, Kate Bishop —Kate sintió cómo su corazón se detuvo un microsegundo, no esperaba semejantes palabras—. Solo quiero una última oportunidad para demostrártelo... una última oportunidad para volver a estar juntas, moya lyubov'.

—¿Y Anya? —inquirió Kate con recelo, buscando opciones para desacreditar las palabras que Yelena acababa de decirle.

—¿Qué hay con ella?

—¿No estabas con ella en Ohio, eh? —inquirió feroz—. ¿Quieres que piense que entre tú y ella no ha pasado nada en todo este tiempo?

—Te juro por lo que quieras que entre ella y yo no ha pasado nada, solo somos amigas —Yelena aclaró.

—Anya está enamorada de ti. ¿Esperas que crea que no ha intentado nada ahora que estás soltera?

Yelena suspiro pesadamente antes de continuar hablando. 

—No te mentiré... hace un par de días me invitó a una cita, pero rechace la salida porque aún sigo enamorada de ti, Kate Bishop. No puedo tener nada con ella ni con nadie porque tú eras la única persona que ocupa mi corazón —musitó Yelena, casi que suplicando.

Kate se quedó en silencio, procesando cada palabra que salió de los labios de Yelena. Su corazón latía fuerte, y una mezcla de emociones turbias se apoderó de ella. Por un lado, la mera presencia de Yelena le traía una oleada de recuerdos intensos, momentos compartidos que alguna vez fueron su razón de ser. Sin embargo, por otro lado, estaba la amarga realidad de su separación, de la traición que una vez sintió.

Ella realmente quería creerle a Yelena, quería sumergirse en esas palabras que resonaban con el eco de un pasado compartido. Pero una parte dentro de sí se resistía. Era la parte herida, la parte que había cicatrizado con el tiempo pero que aún llevaba las marcas de la decepción miedo. 

La vulnerabilidad se apoderó de Kate. No era solo el miedo a ser herida nuevamente, sino también la ansiedad de abrir viejas heridas. Si se entregaba a las palabras de Yelena, ¿qué significaría eso para la vida que había construido sin ella? 

Cerró los ojos por un momento, tratando de contener la tormenta de emociones que la embargaba. ¿Realmente podía permitirse volver a confiar? ¿O esto era solo un espejismo, una ilusión temporal que terminaría dejándola aún más rota?

Finalmente, abrió los ojos y miró a Yelena. En su mirada, Yelena podía ver la lucha interna de Kate, un conflicto entre el deseo de recuperar lo que una vez tuvieron y el temor de perder los avances que había construido hasta ese momento. Esa paleta de emociones pintó un cuadro complejo en el rostro de Kate, un reflejo de la batalla que se libraba en su interior.

Yelena se mantenía allí, ante Kate, con el corazón en la garganta. Había pasado tanto tiempo desde que estuvo tan cerca de la mujer que, en algún momento, había sido su todo. Pero ahora, aunque le doliera admitirlo, la distancia entre ellas parecía más insalvable que nunca.