Capítulo 4Camino cruel
Aquella planicie parecía no tener fin, y la gran luminaria no mostraba piedad.
Yhei se detuvo un momento para tomar un respiro. Usó la mano como visera para contemplar el horizonte. Sonrió al divisar una localidad no muy lejos.
—Que no te alegre mucho llegar a Pedregón —comentó Lennys deteniéndose unos cuantos metros más adelante—. De hecho, yo preferiría que rodeemos la ciudad y continuemos avanzando hasta la siguiente.
—¿A cuanto tiempo está la siguiente ciudad?
—Ams... Tal vez podríamos estar llegando a lo que la bola de fuego esté por ocultarse.
El hombre alzó la vista para tener una noción de la posición de la gran luminaria, descubriendo con disgusto que apenas se había movido un poco desde que se adentraron en la planicie.
—¡Naguara! —profirió él exaltado—. ¿Estás loca? ¡Moriré antes de poner un pie en la siguiente ciudad! Definitivamente no, Lennys. Pasemos a esta, necesito descansar y comer algo.
—Yhei, en Pedregón las cosas son muy distintas. Aquí los humanos no son bienvenidos, sobre todo los que son libres.
—Lennys, voy a morir si seguimos avanzando.
—Bien, conste que te advertí —contestó la pequeña incorporándose—. Esperemos que no anden con ganas de molestar a los visitantes, o se pondrá feo.
Deseando beber alguna bebida fría y comer un poco, Yhei continuó caminando atrás de Lennys, sin dejar de admirar la impresionante construcción de la metrópolis a la que se acercaban.
Los muros que rodeaban a la ciudad presentaban una tonalidad azul piedra que brillaba con mucha vida al recibir los rayos del astro, y por sobre este se alzaban espectaculares torres de mármol gris, acabadas en cúpulas con picos. Solo el muro parecía medir unos veinte metros, lo que asustaba pensar en las medidas de las torres.
De un momento a otro el piso comenzó a temblar. Yhei se detuvo de golpe, quedándose alerta al entorno.
—Yhei, ten los ojos bien abiertos —dijo Lennys tensando la cola.
—¿Qué coño pasa?
—Sospecho que es un ser espectral...
De pronto de la tierra por entre las piernas del hombre emergió una pata insectoide con garras como garfios que trató de apresarlo, sin embargo Yhei se apartó de un salto para al momento de tener los pies nuevamente en tierra firme ver como una criatura de cuerpo alargado se alzaba de las entrañas de la tierra emitiendo un siseo mezclado con un gruñido ronco.
—¡Que no te de alcance con las garras Yhei! —profirió Lennys—. Es muy venenoso, y la toxina al estar en tu cuerpo derrite los tejidos.
—Tranquila, ya había visto a esta criatura antes.
—¿Estás seguro, Yhei? ¡No quiero que te dañe!
Yhei asintió convencido, pues aquella criatura era la misma que Indi había invocado con el simulador para que Cris combatiera en uno de los entrenamientos. Recordó el estilo de lucha de la bestia, en especial lo que le ocasionó el veneno a su compañero cuando le hincó las garras en la pierna; por lo tanto mientras mantuviese la distancia, buscando asestarle cortes certeros, en vez de entrar en un ataque frontal, lo vencería.
—¡Lennys, guarda distancia! Lo derrotaré sin problemas.
La pequeña no muy convencida se alejó del campo de batalla, esperando no ser un blanco del monstruo, o eso distraería al hombre, haciendo que sus ataques fuesen poco eficaces.
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Redes En Penumbra
ActionContinúa la lucha contra las manos oscuras del mundo espectral que intentan tomar el control del mundo mortal utilizando la ambición del hombre para concretar sus objetivos. Los mestizos están más alerta que nunca, ya que los espectrales están ejerc...