Capítulo 16Red de cristal
Imi despertó exaltado en el sofá.
No recordaba bien lo ocurrido, y lo peor de todo es que el pecho le dolía. Lo más probable es que el uso y abuso de los poderes para mantener su juventud le estuviesen pasando la cuenta. Sabía que eso debía suceder tarde o temprano, lo que no esperaba era que se presentara tan pronto. Tal vez era tiempo de dejar que sus amigos resolvieran sus propios asuntos y que se retirara a un lugar solitario a perfeccionar la regeneración de tejido viviente, solo así mantendría la salud necesaria para conservar sus órganos, o requeriría de trasplantes.
Se levantó del sofá y caminó hasta la mesa. Romina no se veía por ningún lado, pero allí estaba Cris aun vivo. Tal vez le tomaría un poco de tiempo sobreponerse a la situación, ya que había sido atacado por alguien que consideraba una amiga.
La puerta de la habitación se abrió, allí estaba Romina inexpresiva como la mayoría de las veces. Le costaba tanto ser empática, sus emociones más blandas parecían estar guardadas en lo más profundo de su ser, o directamente ausentes. Eso no quitaba que cada vez que se le necesitara estuviese presente, lista y dispuesta a dar una mano.
—Ah, eras tú. Estimaba que despertarías por la noche, o incluso hasta mañana al mediodía.
—La verdad ni idea cuanto tiempo a pasado. Desde el momento que llegué con Cris todo es confuso.
—Imi, estás sobrexplotando tus habilidades.
—Ya lo sé querida.
Ella dejó escapar un profundo suspiro. Era más que obvio que le molestaba la poca preocupación que tenía con su cuerpo.
—Romi, si evito emplear mis poderes para cuidarme dejaría desprotegidos a estos muchachos, y ellos están recién viviendo, yo ya estoy cumpliendo mi tiempo.
—En realidad ya pasó tu tiempo, Imi. Solo lo alteraste con tus habilidades, por eso aun estás aquí entre nosotros.
Él asintió con expresión apagada.
—Como sea. Procura no morirte tan pronto.
—No moriré aun, quizás después de pasar una noche juntos, ¡después de eso, no le puedo pedir nada más a la vida!
Ella gruñó y frunció el ceño, luego dijo:
—Agradece que estás débil, o tendrías la cara y las costillas rotas.
—Sí, realmente lo agradezco. Che, ¿qué hora tenés?
—Faltan para las ocho de la tarde.
—¡Mierda! Tengo que apurarme.
—¿Qué pasó?
—¡A las ocho Sue tiene su batalla definitiva! Hoy peleará por tener el privilegio de retar a uno de los diez. Por favor, cuida a Cris. Sé que él es casi, o tan fastidioso como yo, pero despertará débil y con el orgullo destrozado. Necesitará de apoyo.
—Cuenta con ello.
—Gracias, ¡ya luego te lo pagaré en carne!
—Imi... ¡Vete a la mierda!
Él le respondió con una marcada sonrisa antes de salir del departamento corriendo. Era importante estar con Sue en ese momento, ya que los tres chicos se hallaban dispersos, y su presencia le serviría para no sentirse sola.
Al estar abajo tomó el taxi, logrando llegar a pocos minutos de que diera inicio la batalla. Se bajó rápidamente luego de pagar la carrera, alcanzando a encontrarse con Sue antes de que esta entrara en el ascensor que la llevaría a la arena.
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Redes En Penumbra
ActionContinúa la lucha contra las manos oscuras del mundo espectral que intentan tomar el control del mundo mortal utilizando la ambición del hombre para concretar sus objetivos. Los mestizos están más alerta que nunca, ya que los espectrales están ejerc...