Capítulo 17Moldeando vida
Al estar alejados de Zarpas, y con la gran luminaria asomando por el horizonte, Darbel encendió la hoguera para cremar el cuerpo de Rocky. Le tomó tiempo reunir la madera para la pira funeraria por la escasez de árboles en aquel sector, pero con la ayuda de los poderes de Lennys pudo reunir la necesaria.
Sentado a un par de metros observó en silencio como el cuerpo de su amigo era consumido lentamente. Los recuerdos de su paso por el mundo espectral junto a Rocky se presentaban una vez más en su mente, al igual que lo que vivió del otro lado de la barrera. Se preguntó que sería de su esposa, su hija, fantasmas que a cada cierto tiempo se volvían una pesadilla. Aquel maldito incendio provocado por los mestizos y que temía hubiese acabado con la vida de su pequeña. Además, desconocía el paradero de Ibaniza, aunque sospechaba que Neffen y sus secuaces la hubieran obligado a formar parte de sus maléficos planes.
Se apretó la frente con la mano izquierda. Sentía tanta impotencia. La oscuridad en el interior de las criaturas solo dejaba un sendero de muerte y destrucción, y por más que quisiera hacer algo para evitarlo no podía.
Consciente de que los riesgos se incrementaban a cada minuto, Darbel se incorporó con el martillo al hombro y al darse la media vuelta quedó de frente con Lennys y Yhei que lo observaban preocupados.
—Tenemos que caminar. Son varios kilómetros hacia el oeste para encontrarnos con el cementerio más cercano.
—Creo que podría transportarlos, si no es tanta la distancia —comentó Lennys centrando la atención en Yhei—. Necesitamos el mapa.
El hombre entendió al instante, por lo que sacó el mapa. Lo desató con cuidado, luego se colocó a horcajadas y lo extendió por sobre las rodillas. Darbel se acercó buscando la posición actual en el mapa.
—Estamos aquí, y tenemos que seguir derecho hacia el oeste. No nos podemos desviar ni al sur, ni al norte, la idea es pasar lo más alejado posible de Piedra de luz y de Cuerno negro.
—¿Eso por qué? —preguntó Yhei intrigado.
—Piedra de luz es una ciudad muy rica, lo que reúne a muchos seres espectrales con inmenso poder adquisitivo, y esos pagan muy bien por esclavos de cualquier raza —respondió Lennys—. Por otro lado, Cuerno negro es la ciudad de Marchel, uno de los espectrales más poderosos del mundo.
Según entiendo —tomó la palabra Darbel—. Marchel fue expulsado de este mundo.
—Así dicen los rumores, pero no me arriesgaría. Además, puede ser que Marchel ya no esté por aquí, lo que no quita que sus adeptos sigan con el control de la ciudad.
—En eso tienes razón.
—Entonces, supongo que quieres llegar a este lugar —dijo Lennys apoyando la pata en un punto del mapa pintado con rojo.
—Sí, a Tierra sangrante.
—Coño, eso no suena para nada bien —comentó Yhei.
—Tranquilo chamo, el nombre de Tierra sangrante es por el color del suelo. Está compuesto por arcilla roja, o algo que se le parece a la arcilla de nuestro mundo.
—La llamamos sangre de Rimors, por el color similar a la sangre de esas criaturas.
—Es un nombre acertado. ¿Y qué dices, Cenaida? ¿Nos podrás llevar hasta Tierra sangrante con la traslación?
—Sí, será muy sencillo. Acérquense y apoyen sus manos en mi lomo.
Darbel y Yhei hicieron lo que la pequeña les decía, y al tener aquel pelaje suabe en contacto los tres desaparecieron, reapareciendo a escasos metros de lo que parecía ser un inmenso paraje de tierra rojo sangre. Aunque lo primero que captó la atención del forjador fue el cuerpo mutilado de un extraño animal. Se trataba de un ser cuadrúpedo de pelaje frondoso y negro, de cabeza calva y muy parecida a la humana, pese a carecer de ojos. La nariz era grande y aplastada, y las quijadas se hallaban descubiertas, con los dientes afilados ennegrecidos a la vista.
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Redes En Penumbra
ActionContinúa la lucha contra las manos oscuras del mundo espectral que intentan tomar el control del mundo mortal utilizando la ambición del hombre para concretar sus objetivos. Los mestizos están más alerta que nunca, ya que los espectrales están ejerc...