Capítulo 2

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Narrador

. . .

El tono y vibración a causa de las recientes notificaciones que llegaron a su móvil lograron despertar a Jack. Haciéndolo levantar su torso desnudo de entre las sábanas azules y frotar suavemente su rostro antes de girarse en dirección a la mesita de noche que se hallaba a lado de su cama.

Una vez con el móvil entre sus manos y ya desbloqueada la pantalla, pudo percatarse que todo ese alboroto era causado por el grupo de chat que tenía con sus amigos.

🏁

Eugene
Felicidades por tu victoria, Jack.

Hiccup
Si bro, te luciste en la pista
y arrasaste con todos.
Incluyendo a Punzie jaja.

Tadashi
No la menciones Hiccup, o
Eugene podría molestarse jaja.

Eugene
¿Por qué me molestaría?
Ya les dije que no me gusta.

Hiccup
Sí, lo que tú digas, entonces...
¿cuándo celebraremos tu
victoria, Jack?

Tenía planeado hoy por la noche,
pero no podré, chicos.

Mis padres me dijeron que iríamos a
una cena "importante". Cuando ellos
saben que no tolero ese tipo de cenas:(

Tadashi
Tal vez quieran felicitarte
cómo se debe.

Si fuera eso habrían llamado.
¿Mañana a las 19:00hrs.?

Eugene
Me parece bien.

Hiccup
Sí, a mi igual.

Tadashi
Ok, nos vemos mañana.

Bloqueo la pantalla del móvil antes de lanzarlo sobre la cama y aun soñoliento, logro sentarse en la orilla de esta. Se estiro lo más que pudo mientras un bostezo se escaba de su boca, sentía sus músculos adoloridos.

Finalmente, se levantó de la cama para caminar hacia el gran closet de madera frente a él, eligiendo de este su ropa interior negra, unos jeans negros, una playera blanca y su sudadera azul favorita.

Tomo algunas toallas de un cajón y se dirigió al baño, cerrando la puerta a su paso. Ya completamente desnudo y debajo de la regadera, el agua fría cayó sobre la piel pálida de su espalda, haciéndolo gemir suavemente mientras frotaba su cara con las manos. Terminada su ducha, seco su cuerpo con las toallas antes de vestirse con su ropa. Cuando acabo de vestirse y haberse puesto sus tenis, seco su cabello blanco para cepillarlo como lo hacía todos los días.

Ya listo, salió de su habitación en dirección a la cocina, topándose con su hermana Emma en la sala, quien se encontraba sentada en un sofá, revisando su móvil. Esto desconcertó a Jack, ya que ella debía estar en su academia.

–Hola Emma, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar en tu academia de danza? –pregunto apenas se acercó a ella.

–Hola Jack, mi profesora dijo que nos dejaría descansar un poco, ya que nos hemos esforzado mucho estas últimas semanas.

–Oh, ¿en qué obra estarás? –ella lo miró con una cara seria.

–Te dije que estaría en la obra de Romeo y Julieta, pero no me hiciste caso. Yo no seré la bailarina protagonista, pero estoy muy feliz porque será la primera obra en la que actuaré y ustedes me verán –dijo saltando de la emoción sobre el sofá.

–Espero estar ahí, enana y no tener ninguna práctica ese día –la castaña entrecerró sus ojos.

–¿Me juras que irás a mi presentación? –lo miró haciendo un puchero–. Júralo por el meñique.

Jack la observo por algunos segundos, exhalo profundamente y sonrió.

–Bien enana, haré todo lo que pueda por asistir, te lo prometo –entrelazaron sus meñiques y froto su cabeza–. ¿Ya desayunaste? –negó con la cabeza mientras se levantaba del sofá para estirarse.

–No hermano, te estaba esperando. Por lo que olí, están haciendo hot cakes –guiño.

–¿Y qué estamos esperando? Sabes que a Petra le quedan deliciosos –exclamo y ambos fueron hasta la cocina.

Ahí se encontraba Petra, haciendo algunos hot cakes. Su cabello negro y canoso estaba arreglado en una coleta alta como de costumbre, sus ojos rasgados vieron de reojo a ambos chicos antes de sonreír, quienes se acercaron a ella para darle un beso en la mejilla como todos los días.

Los hermanos caminaron hasta la mesa, donde se encontraba Isabella, su madre. Vistiendo su habitual atuendo negro y formal de oficina y su cabello castaño atado en un moño, a quien también saludaron con un beso en la mejilla.

–¿Cómo han dormido, chicos? ¿Descansaron bien? –preguntó mientras leía el periódico.

–Si mamá, dormí espléndidamente. Merecía descansar un poco después de tantos ensayos –respondió Emma tomando un vaso y llenándolo de jugo de naranja.

–¿Y qué tal tú, hijo? –sus profundos ojos color miel se cruzaron con los de él.

–Bien, estoy satisfecho por haber ganado aquella carrera –hizo una pausa–. Quería celebrar con mis amigos hoy por la noche, pero no se podrá –exhalo y agarro dos de los varios hot cakes que había en la mesa.

–Jack, sé que querías celebrar, pero esta cena es de suma importancia. Te necesitamos allí.

–¿Y por qué no me dices para que me requieren tan urgentemente en esa cena? –exclamo. Ella volvió a mirar el periódico.

–Tu padre es el encargado de explicártelo, pero, él está en una junta en este momento. Más tarde te dirá de qué se trata todo esto.

Suspiro intranquilo y comenzó a comer sus hot cakes sin más protestas. Esto no le daba buena espina. De repente hicieron esa cena, de la cual no le daban nada de detalles, solo esperaba que no fuera una pérdida de tiempo.

Una vez termino de desayunar, se despidió de Petra, de su madre y hermana para salir de la cocina y dirigirse hasta su habitación. Aquel día no tendría entrenamiento por la reciente victoria que había obtenido.

Fue hacia su gran estantería y tomo un libro que no había logrado terminar por estar ocupado por todas sus prácticas. Se sentó sobre el sofá negro que había en su recamara y leyó durante toda la tarde, terminando el libro tres horas antes de la tan mencionada cena.

Diferentes Sinfonías (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora