Capítulo 24

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Narrador

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Elsa no tardó en localizar a Jack. Sus ojos la seguían con tal intensidad que casi la hacían tropezar. Aunque él conversaba con otros invitados, no dejaba de mirarla de reojo, esperando que ella hiciera algo, cualquier cosa, para acercarse. La mirada de Jack era cálida, pero desafiante, como si estuviera jugando un juego que solo él entendía.

A pesar de los comentarios de sus amigas, Elsa se obligó a mantener la calma. No quería ser optimista, aunque comenzaba a sospechar que Jack la miraba por algo más que el simple acuerdo. La última vez que hablaron, las cosas no habían terminado bien. Carly, con su sonrisa coqueta y su descarada cercanía hacia Jack, había tocado un nervio en Elsa que ni siquiera sabía que existía.

"¿Por qué me afecta tanto el pasado de alguien por quien se supone que no siento nada?", se preguntaba mientras saludaba a la familia de Jack, a Emma, Sam y sus amigos: Eugene, Tadashi e Hiccup. No había dado ni un paso hacia él, y eso le molestaba.

Ser ignorado no le gustaba, y en algún punto de la noche se percató de que se sentía más cómodo cuando Elsa estaba cerca. Durante los últimos minutos, apenas prestaba atención a las conversaciones a su alrededor. Asentía de manera automática y murmuraba respuestas distraídas, pero su mente no se despegaba de ella.

"¿Cómo es posible que esté tan cerca y, a la vez, tan lejos?", pensaba, frustrado. Sabía desde hacía tiempo lo increíble que era Elsa, tanto que sus amigos bromeaban diciendo que todos los hombres perderían la cabeza por ella. Jack nunca había entendido esa fascinación... hasta ahora.

Ninguna de sus exnovias le había hecho sentir algo así. Esa conexión inexplicable, una mezcla de atracción física y algo más profundo. Después de verla esa noche, "Dios, no me importaría ser uno de esos idiotas desesperados", pensó.

Finalmente, ambos quedaron libres de conversaciones y cuando Elsa intentó robarle una mirada, lo encontró observándola, tranquilo pero lleno de intensidad. El fuego en sus ojos provocaba mariposas en su estómago de Elsa, aunque intentara negarlo. Tomó una copa de champán de un mesero que pasaba cerca, esperando que el alcohol calmara la tensión que crecía dentro de ella.

"No puede ser... no puedo estar empezando a sentir algo por él", se dijo, apretando el tallo de la copa. Antes de que pudiera seguir procesando sus pensamientos, un aroma familiar a menta y el calor de una presencia justo detrás de ella la hicieron tensarse. La voz baja y seductora de Jack la envolvió.

—¿Estás enojada conmigo? —murmuro, tan cerca que su aliento acarició la oreja de Elsa, provocándole un escalofrío que recorrió su columna.

—¿Por ser un idiota? Sí —respondió ella, llevándose la copa a los labios, intentando mantener el control.

Jack se acercó más, lo suficiente como para que su torso rozara la espalda desnuda de Elsa, un contacto sutil pero intenso. Su piel ardía en el lugar donde la tocaba, y una parte de ella quería retroceder, pero otra, más profunda, deseaba quedarse.

—¿Solo por eso, hermosa? —murmuró Jack, con una voz cargada de insinuaciones.

—No esperes una reacción de mi parte —respondió Elsa con firmeza, aunque intentó apartarse, sus piernas no cooperaban—. Deja que ella te bese todo lo que quiera, no me importa.

Jack sonrió al escuchar la nota de celos en su voz. Sin decir más, acercó su rostro al cuello de Elsa, rozando su piel con la punta de la nariz. Sus manos, sin previo aviso, rodearon su cintura con una delicadeza sensual, hacia donde sus ojos habían estado minutos antes.

Diferentes Sinfonías (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora