Eᴛᴇʀɴᴏs | ᴹᵛᵖ ©

CAPÍTULO 7.

Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

Estaba cansada de todo lo que la rodeaba, incluso se sentía muy frustrada porque sus pensamientos estaban ocupados durante todo el día por alguien, alguien que comenzaba a caerle realmente mal con el pasar de los días y no entendía porque jodida razón no lograba sacarlo de su mente en ningún momento del día.

Dejo caer su cabeza con cansancio sobre su escritorio. Marco, le había escrito por la mañana para tener sus clases de guitarra en la tarde y no había tenido el valor de contestarle el mensaje y él, la estaba llamando hace diez minutos en la entrada de su casa.

No tenía escapatoria, pero no quería verlo en lo absoluto, se negaba a tener una clase de guitarra con aquel chico esa tarde.

Lo lamento, estoy enferma.

Escribió, pero rápidamente borro el mensaje dejando caer su teléfono al escritorio. Dos golpes en su puerta la hicieron levantar la cabeza para encontrarse con su madre.

—Volvía de hacer las compras y me encontré con Marco en la entrada, ¿No lo escuchaste? Lo hice pasar a la sala de estar, no tardes en bajar cariño.—Le sonrió con amabilidad volviendo a cerrar la puerta.

Suspiro con cansancio armándose de valor para bajar las escaleras de su casa y encontrarse con el morocho sentado en el sofá de su sala de estar en compañía de su guitarra.

—Lamento la espera.

—Te envíe un mensaje en la mañana y estuve ahí afuera durante media hora esperando a que bajaras.—Le reclamo sin perder la característica tranquila en su voz.

—Estuve ocupada con cosas de la escuela, no he visto mi teléfono durante todo el día.—Mintió.—Si estuviste esperando por tanto tiempo, podrías haberte ido.

—Podrías haberme dicho que no querias tener la clase. Solo debias enviarme un mensaje y así no me hacias perder el tiempo.

—Oh, lamento hacerte perder el tiempo que seguro podrías haber usado para irte a bailar con Elle, Marco. —Contesto completamente a la defensiva.

—¿Disculpa?

Se arrepintió de haber abierto la boca en ese momento, su impulsividad era una de las razones por las cuales no queria verlo ese día. Era una niña tonta que no controlaba sus emociones.

—Lamento hacerte perder el tiempo, Marco.. Pero prefiero que no sigamos con las clases de guitarra, no quiero seguir haciéndote perder el tiempo.—Intento ignorar lo dicho anteriormente, solo quería que se fuera.

—Lua, no entiendo.. ¿Qué esta pasando contigo? ¿De qué estabas hablando?—Intento comprenderla pero no lograba hacerlo.

—Deberías irte, Marco. Ya no es necesario que sigamos con las clases de guitarra, no te preocupes. Gracias por tu ayuda y lamento haberte hecho perder el tiempo, en verdad.—Se disculpo dando media vuelta para subir las escaleras hacia su habitación dejándolo más confundido que antes.

Estaba enojada con él, pero sabía que no debía estarlo y que no tenía el derecho para estarlo, por eso mismo prefería mantenerlo lejos hasta que sus emociones se calmaran.

Él la confundía tanto.
¿Por qué no podía verlo cerca de Elle? Se sentía como una loca.

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