CAPÍTULO 25.

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Ya nos encontramos de vacaciones con la familia de Marco hace varios días

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Ya nos encontramos de vacaciones con la familia de Marco hace varios días. Su madre y hermana pequeña. Todo estaba siendo maravilloso como cada que pasábamos tiempo juntos porque él tiene una familia increíble, pero estábamos en la misma ciudad que mis hermanos y eso me ponía nerviosa, no quería cruzarme con ellos en ningún lugar a pesar de extrañar a Noah con todas mis fuerzas. Simplemente no podía verlos o todo el esfuerzo que había hecho para mantenerme lejos iba a ser en vano.

El teléfono de Marco, sonó. Era una llamada, conocía el tono. Estábamos en un pequeño restaurante cerca de la playa, por comer y él se había retirado al baño. Me sorprendió ver el nombre de Elle en la pantalla del móvil.

—¿Estas bien?—Me consulto su madre, regalándome una pequeña sonrisa cálida. Asentí ligeramente, devolviendole la sonrisa.

No podía decirle todas las cosas que pasaban por mi mente. Nada estaba bien dentro de mi pecho, mi corazón se aceleró de tan solo pensar en ellos, en la imagen del beso. Me sentí estúpida por volver a pensar en eso, ya había pasado casi un año. Era tonto, pero me aterraba tanto que se vuelvan a ver.

Me concentré en el menu, intentando así ignorar la situación.

—¿Ya eligieron?—Pregunto él, al llegar nuevamente a la mesa. Las tres asentimos con una pequeña sonrisa, pero de mi mente aun no salia aquella imagen.

Me miro y supe que noto algo. Aveces era agobiante que me conociera de esa forma, siempre notaba cuando algo me pasaba, era demasiado atento en esas cosas.

—¿Me acompañas a buscar las bebidas a la barra?—Me miro y no tuve otra opción que asentir. Lo seguí en silencio hasta la barra, él se apoyo en ella y me miro de reojo.

—Quiero una limonada.—Susurre rompiendo el silenció entre nosotros dos.

—¿Me diras qué pasa?—Pregunto mientras esperábamos que nos atendieran.—Solo fui al baño, ¿Qué sucedio?

—Es una tonteria, lo hablamos después.—Le dije intentando de esa forma evadir el tema porque no sabía si sería capaz de hablar sobre eso sin llorar y no quería que su madre me viera llorar, no por eso.

—Solo dilo, no es una tonteria si te puso mal.—Insistio.

No queria decirle esa tonteria, no queria decirle que aun me daba miedo que se fuera, no queria eso. No era una conversación que quisiera tener en este momento.

—Lo hablamos en casa.

—¿Hice algo?—Pregunto con preocupación en la voz. Era tan dulce.

—No, cariño.. No has hecho nada malo.—Le sonreí levemente intentando olvidar la situacion, no queria que nos afecte eso. Él en verdad era todo un caballero y no queria desconfiar de él, no queria eso para nosotros.

—Te quiero preciosa, puedes decirme lo que sea, ¿Si?—Me acaricio el cabello  para despues dejar un beso en el. Le sonreí.

—Yo tambien te quiero.

Eᴛᴇʀɴᴏs | ᴹᵛᵖ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora