Eᴛᴇʀɴᴏs | ᴹᵛᵖ ©

CAPÍTULO 30

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Los brazos de Rachel la envolvieron en un fuerte abrazo apenas la vieron. No sabía que estaba pasando con ella, pero sus ojitos tristes le dejaron en claro que necesitaba ese abrazo. Estuvieron durante un rato así, abrazadas y en silencio hasta que subieron al auto para irse.

—Están los chicos en la casa.—Aviso mientras manejaba. La pelinegra se lo imaginaba, después de todo era su casa de la infancia. El lugar donde habían pasado tantos veranos juntos.—¿No te molesta? Sino podemos buscar otro lugar para ir.

—Tranquila, no me molesta. Solo quiero alejarme de los problemas durante un rato.—Aseguró.—No podía quedarme en esa casa y seguir escuchandolo.. no quiero decir cosas de las que me puedo arrepentir luego.—Comento sin sacar su mirada del camino.

—Mañana podrán hablar las cosas mejor.—Le aseguro.—Ahora no pienses en eso, es mejor que te relajes y te olvides lo más que puedas de todo lo que esta pasando.

—Si, lo se..

El resto del viaje fue silencioso, pero bastante cómodo para ambas. Al llegar a la casa sintió nervios de volver a verse con sus hermanos, pero prefirió no decir nada. Al entrar, estaban ambos chicos en la sala de estar tirados en los sillones.

—¿Chiara?—Preguntaron al unísono, levantándose de los sillones. Ella les sonrió con nervios, moviendo su mano en forma de saludo.

—Hola..

—¿Qué haces aquí?—Pregunto Noah acercándose a ella. Y ni siquiera le dio tiempo a contestar que ya la estaba abrazando con fuerza.—Te extrañe tanto.—Confesó en un susurró para que solo ella lo escuchara.

—Yo también te extrañe, Noah.—Le aseguro abrazándolo con la misma intensidad. Luego de unos minutos se separaron.

—Es bueno verte.—Murmuro Lee que estaba junto a Rachel. Se lo notaba nervioso.

—Lo mismo digo.. es bueno estar en casa de nuevo.—Contesto aunque se sintiera extraña.

—¿Quieren salir?—Pregunto Rachel viendo que todo seguía ligeramente incómodo entre ellos. Ninguno de los tres sabía del todo que decir o como actuar.—Podemos ir a beber algo, ¿Qué opinan?—Propuso.

—Me encantaría.—Aseguró la pelinegra que tenía su mirada puesta en su teléfono móvil. Marco no dejaba de llamarla y mandarle mensajes. No lo pensó dos veces y apago el teléfono, guardandolo.

—Si, estaría genial.

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—¿Como has estado?

Pregunto Noah apoyándose en la barra junto a ella y la ojiverde lo miro con una pequeña sonrisa.

—Bueno, no es mi mejor momento pero se que vamos a resolverlo.—Aseguró mirando su trago.—¿Y tú? ¿Aún siguen juntos?—Pregunto.

Negó sutilmente.—No, almenos de mi parte se que no.. se lo he dicho varias veces pero ella insiste en intentarlo de nuevo.

—¿No quieres intentarlo?

—Aveces las cosas no tienen solución, Chi. Ya no podemos seguir fingiendo que todo esta bien cuando los dos sabemos que no es así.—Explicó.—Es mejor dejarlo aquí antes que todo sea peor.. no quiero terminar mal con ella.

—Si, supongo que es lo mejor para ustedes..

—¿Crees que podamos volver a ser una familia?—Pregunto.—Sabes.. almuerzos familiares los domingos y esas cosas que hacíamos.

Lo miro.—Me encantaría volver a eso, Noah. Me has hecho mucha falta durante estos meses.. extraño tanto la comida de mamá

—Y ella te extraña a ti.

—Pero no quiero volver a sentirme mal..

—Las cosas ya no serán de esa forma.. todo ha cambiado y para bien. Todos entendimos que hicimos mal y estamos mejorando.—Aseguró.

—Entonces creo que podemos volver a ser una familia.—Murmuro con diversión. No estaba segura de eso, pero los extrañaba a todos y darles una segunda oportunidad no sonaba nada mal.