Eᴛᴇʀɴᴏs | ᴹᵛᵖ ©

CAPÍTULO 31.

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La pelinegra se adentró a la casa intentando hacer el menor ruido posible  porque eran las siete de la mañana y no quería molestar a nadie. Apoyo su abrigo sobre el sofá y se encaminó a la cocina para buscar un vaso de agua. El haber pasado toda la noche con sus hermanos había sido como una caricia al alma y se sentía muy feliz, pero sabía que aún tenía muchas cosas que resolver para estar tranquila.

Se apoyo en la mesada antes de beber un poco de agua de la botella que había sacado de la heladera anteriormente.

Cerró los ojos pensando en que le diría a Marco.

—Buenos días.

Se sobresalto al escucharlo, no esperaba que él estuviera despierto. Abrió los ojos viéndolo apoyado en el marco de la puerta.

¿Qué iba a decirle?

—Buenos días, ¿Te desperté?—Pregunto dejando la botella aun lado, sintiéndose ligeramente nerviosa.—Intente no hacer mucho ruido..—Murmuro sin saber que más decirle, no estaba preparada para hablar con él.

—Te estaba esperando.—Respondió haciéndola sentir el doble de nerviosa, sentía que iba a vomitar en cualquier momento y el alcohol en sangre no la estaba ayudando en nada.—Te estuve llamando toda la noche, Chiara.—Le reclamó.

—Te dije que no quería hablar.. que íbamos a hablar hoy..—Murmuro pasando por su lado volviendo a la sala de estar. Él la siguió.

—Bien, hablemos.

Suspiró.—¿Tiene que ser ahora? Estoy cansada, no creo que sea el mejor momento para hacerlo.. estuve bebiendo también, en serio no es el mejor momento.—Murmuro con cansancio abrazándose a uno de los almohadones del sofá.

—¿Ahora te llevas bien con tus hermanos? ¿Así de repente?—Consulto sentandose a su lado.

—No.. no es tan así, pero Noah quiere arreglar las cosas.—Comento con cierta ilusión.—No me parece mal poder darles otra oportunidad.. Al final del día son mis hermanos.

Asintió.—Duerme un poco, podemos hablar después..—Murmuro viendo el cansancio en su mirada. Ella le sonrió sintiendo como el contrario le acariciaba la mejilla logrando que se duerma con más facilidad.

—Ven conmigo..—Pidió entredormida acomodándose mejor en el sofá para que él pudiera acostarse a su lado. El contrario no lo pensó mucho y se acostó junto a ella, abrazándola.—Te extrañe mucho..—Murmuro acurrucandose en su pecho.

—Yo también, bonita.

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El olor a la comida logró despertarla de buen humor. Se sentó en el sofá estirándose intentando sacarse el sueño del cuerpo y antes que pudiera levantarse, Marco apareció en su campo visual.

—Buenas tardes, Bella durmiente.—Le sonrió con cierta diversión. Ella le devolvió la sonrisa.—Preparé el desayuno, ¿Vienes?

—Si, por supuesto..

Respondió siguiéndolo hasta el comedor principal donde estaba servido el desayuno. Todo lucía hermoso, se notaba que Marco se había esforzado en hacer que todo luciera como de película para ella.

—Wow.. con un café era suficiente.—Le dijo con diversión, tomando asiento frente a él.—Todo luce como de ensueño, Marco.—Musitó con una pequeña sonrisa.

—Solo quería tener un lindo detalle contigo.. siento que con todo esto que estuvo pasando no hemos tenido un tiempo juntos.—Murmuro suavemente mirándola. Ella asintió.—También quiero que hablemos, quiero que puedas perdonarme.

—¿Te diste cuenta que fue lo que hiciste mal? ¿Lo qué me dolió?—Consulto seriamente.—No quiero perdonarte y que esto se vuelva a repetir.. —Musito en un tono bajo.

Asintió.—Si, sabes que no lo hice intencionalmente. Te amo Flynn, jamás haría algo para hacerte daño.—Le aseguro.

—Lo se, Mvp.—Sonrió.—Entonces creo que estamos bien.. ya podemos dejar esto en el pasado y disfrutar de nuestras vacaciones.

—Gracias, preciosa.—Murmuro levantándose de su asiento para dejar un casto beso sobre los labios de la pelinegra.

—Te amo..

—Y yo a ti, Chiara.