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Capítulo 2: Sarada y Mei

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Capítulo 2: Sarada y Mei.

Sarada despertó sobresaltada por la alarma. Se talló los ojos y bostezó mientras se estiraba. Se apresuró a terminar de arreglarse e ir al baño. Luego, se dirigió a la cocina para ayudar a su madre con el desayuno.

—Primer día de la academia —dijo Sakura con una sonrisa mientras tomaba un sorbo de café. Sarada se sorprendió al ver que el desayuno ya estaba listo. —Oh, Mei lo hizo antes de irse a la misión que le asignó el Hokage. Es su forma de desearte un feliz día.

—¿No me acompañará a la academia? —preguntó Sarada, desanimada. Sin embargo, una parte de ella se alegró de que su hermana le hubiera preparado el desayuno. A Mei no le gustaba levantarse temprano para nada.

Sakura la miró con nostalgia. —Recuerda que Mei es chunin, cielo. Las misiones son constantes, pero sabes que ella te ama muchísimo.

Sarada asintió, terminó de comer, se despidió de su madre y comenzó a caminar hacia la academia con una expresión triste. Su hermana siempre estaba ausente, cumpliendo misiones. No recordaba la última vez que habían desayunado juntas. Era realmente molesto. Mei era la única persona que le hablaba de su padre, de cómo era, y eso lo extrañaba mucho.

—¡Oye! Sé que estás emocionada por tu primer día, pero es realmente agotador caminar tanto —se quejó una voz conocida. Sarada se giró sorprendida al ver a su hermana Mei, que se aproximaba bostezando. —Sarada-neechan, no me esperaste para darte tu regalo de primer día de la academia. ¡Qué mala eres!

Le extendió un paquete, que Sarada abrió sin dudarlo. Mei le había regalado un equipo ninja personalizado con el logo Uchiha. Sus ojos se llenaron de lágrimas al tiempo que abrazaba a su hermana mayor. —Lamento no haber estado en el desayuno, debía buscarlo antes de irme a la misión.

—Eres la mejor hermana del mundo —murmuró Sarada mientras la abrazaba.

—Oh, por cierto, olvidaste tu almuerzo, baka —dijo Mei con una sonrisa.

La pelinegra se recargó en la pared de la salida de la academia, con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos

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La pelinegra se recargó en la pared de la salida de la academia, con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos. Un grupo de alumnos salió, entre ellos su hermana, Sarada. Chouchou, al reconocerla, exclamó:

Mei Uchiha. | Shikadai Nara. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora