Mei Uchiha. | Shikadai Nara. EN EDICIÓN.

16.

Capítulo 16. Exámenes chunin. 

Mei se lanzó hasta la cama quien soltó un chillido al sentir el peso extra sobre ella. —¡Mei, bájate, comer tantos dangos no es en vano! —. Le gritó intentando zafarse, sin embargo, la pelinegra la abrazaba al punto de casi hacerle perder el aire. 

—¡Buenos días, Sarada-neechan—. Murmuró. —¿Quién es mi tonta hermana menor que será la próxima chunin?—. Besó su cabeza. — ¿Quién? ¿Qué quieres que te haga de desayuno? ¡Ya sé, te haré un desayuno súper especial de celebración! 

Se salió de la cama, corriendo hasta la cocina para hacer el desayuno, Sarada se quedó mirando como la chica estaba más emocionada que ella, pero lo cierto era que amaba los días en los que se encontraba en casa. Terminó de desayunar, para luego dirigirse a la salida, debía reunirse con Boruto y Mitsuki. 

—¡Empezará pronto! ¡Ánimo! —. Le dijo Sakura al verla. 

—Cuánta energía tienen, ¿tanto les alegra que papá esté en casa?

Sakura se ruborizó. —¿Qué? No, no es eso. 

—No pueden engañarme, ¡nos vemos más tarde!

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Mei se encontraba comiendo de los nervios en TruenoBurgers, cuando el equipo de su hermana tomó asiento en la mesa. —¿Cómo pueden comer hamburguesa un día como hoy? —. Les preguntó Sarada. —Mei, ¿cómo que no estás en el puesto de dangos?

—No se puede pelear con el estómago vacío—. Dijo Boruto divertido. 

— Sabía que vendrías así que, también quería desearte suerte—. Dijo con una sonrisa. —Y parte es cierto, pero tenía hambre y no quería cocinar. 

Sarada rió. —No tienes remedio. Pero, tenemos algo de tiempo antes de la primera prueba, así que me relaja más que tenga tu apoyo. Quizás puedas oír nuestro plan y dar tu opinión. 

—Vale. 

—Pero Mitsuki no ha llegado...

De pronto, unos ninjas de la aldea de la nube colocaron su bandeja en la mesa. Mei le dio un sorbo a su refresco con la mirada fija en ellos. —¿Les importaría cedernos sus asientos? Al parecer hay una chunin entre ustedes, pero no parece muy fuerte, normalmente el grupo más fuerte obtiene la mesa. 

—A ver, ¿y desde cuándo tú puedes darnos órdenes, pequeño insecto? —. Mei hablo en voz baja, pero su tono de voz era seco. 

—Entonces la chunin débil tiene agallas por ustedes dos, que pena, no tienen voluntad propia para defenderse. 

Boruto se puso de pie. —Boruto, no te metas en problemas, las peleas fuera del combate no son permitidas—. Le dijo Mei. 

—¿Boruto? Eres el hijo del séptimo Hokage. Imaginé que sería alguien grandioso, pero resulta que eres un debilucho—. La mano de Mitsuki se posicionó en su hombro. 

—Ese es mi asiento—. Mitsuki caminó hasta quedar junto a Boruto. 

Mei apareció entre los dos, sorprendiendo a todos en el restaurante por la velocidad de la chica. —¿Por qué no mejor buscan otra mesa y llevamos las cosas en paz hasta que puedan enfrentarse? —. Dijo con una sonrisa de ojos cerrados. Para luego abrir sus ojos y mostrar su sharingan. —O realmente no me importaría infiltrarme y que uno de ustedes pierda la vida trágicamente en las pruebas.