11.

2.3K 238 15
                                    

Capítulo 11. Cena familiar. 

El corazón de Mei dio un salto como señal de su emoción al ver que había nuevas ofertas en las tiendas de dangos. Si compraba más de 5 bolsas, le regalarían 2.  Sin embargo, alguien se posiciono frente a la tienda impidiéndole el paso, frunció el ceño para luego proceder a reclamarle a la persona. —¿Qué...? —. Al reconocerlo, se calló.

Shikadai le mostró orgulloso su bandana con una sonrisa, Mei le regaló una pequeña sonrisa. —¿Lo ves? Cada vez un paso menos para convertirme en chunin. 

Los ojos de Mei brillaron, iba a decirle lo orgullosa que estaba, pero se fijó en la nueva vestimenta del chico. —Me gusta tu nueva chaqueta, aunque deberías bajar un poco el cierre, ¿no te está ahogando? —. Posiciono sus manos en el pecho del chico y concentrada se lo bajó un poco. —Listo, ahora si estás perfecto, incluso hace resaltar tus ojos, ¿no lo crees? —. Le sonrió.

Shikadai la tomó de los hombros para dejarla a una distancia considerable donde no lo pusiera tan nervioso y provocara que su corazón se acelerara. —Gracias. 

—Lo siento, olvidé que no te gusta que te toque—. Dijo rascando su mejilla nerviosa por molestar al chico para luego recordar la oferta. —¿Me esperas un momento? Tengo que comprar algo importante—. Se adentró a la tienda rápidamente. 

Shikadai se recargó en la pared para inhalar y luego soltar un suspiro, logrando tranquilizarse. Era realmente problemático lo que le pasaba. Quizás debía comentarlo con su padre estos sentimientos que le ocurrían. Es decir, realmente no entendía si le gustaba, o la chica era tan linda que solo era atracción. 

La pelinegra salió con unas bolsas llenas de dangos y le dio tres de ellas. —¿Te comerás todo esto en una noche? —. Le preguntó. —Mei, ¿acaso no vas a cenar primero? Es muy tarde para comer dangos. 

—Allí decía: "Compra cinco, y obtienes de regalo dos bolsas". Shikadai, ¿quién podría negarse a eso?

Una gota de sudor apareció en la frente del ojiverde. —No tienes remedio. ¿Podrías considerar controlarte más con lo dulce? Estoy seguro de que no es bueno para la salud. 

—¿Por qué eres tan aguafiestas? Anda, come, sé que te harán cambiar de opinión. 

—Mei, primero iremos a cenar—. Ella lo miró confundida. —Mis padres quieren agradecerte por ayudarme a perfeccionar mi técnica, hace poco mi padre me entrenó y dice que he mejorado mucho. 

Enseguida, los colores adornaron el rostro de la pelinegra quien comenzó a negar con nerviosismo. —Espera, ¿dices que iré a cenar en tu casa? Shikadai, apenas he hablado con tu papá cuando tengo que entregar un pergamino en la torre hokage, no he tenido una verdadera conversación con él. ¿Qué me dices de tu mamá? Estoy segura de que no he cruzado ni una palabra con ella. 

Shikadai rodó los ojos. —Mei, sólo será una cena, apenas termine te acompañaré a tu casa, lo prometo. Además, eres hija de dos de sus amigos, te adorarán de todas formas. 

—¿Crees que debo ir así vestida? ¿Qué tengo que ponerme para una cena? ¿Un vestido? —. Le preguntó confundida, se llevó la mano libre a sus labios en gesto pensativo. —Creo que Sakura-okasan me ha regalado vestidos lindos, podría ponerme uno. 

—La verdad solo tienes que ser tú misma, si quieres podemos llevar las bolsas de dangos a tu casa y espero que te cambies.

—Está bien. 

🍥🍥🍥

Sakura observó confundida a la pelinegra que subió con todas las bolsas de dangos a su habitación sin saludarla. Miró al ojiverde con una ceja alzada. —¿Le ocurre algo? 

Mei Uchiha. | Shikadai Nara. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora