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Capítulo 27. Akane. 


Entrecerró sus ojos intentando enfocar un poco más la vista, lo cierto era que poco a poco la recuperaría, pero mientras tanto tendría que usar unos lentes especiales, eran similares a los de su hermana, pero color negro. 

¿Cómo se sentía al respecto de esta nueva enfermedad? 

Debido a que no podía entrenar sin que le faltara el aire, o comer lo que más le gustaba porque todo le daba náuseas. No podía entrenar, todos estaban en sus respectivas misiones y cuando no, sólo estaban comiendo. Decidió infiltrarse en la academia donde pudiese entretenerse con las constantes peleas que tenían los más pequeños y hacer apuestas por quién terminaba ganando. 

¿Por qué deprimirse por lo que pasaba si podía ganar dinero fácil sin estar en las misiones por un tiempo? Así podía ayudar a Sakura y guardar un poco para ella. 

—¡Anda, Kaori-chan! ¡No dejes que ese mocoso te gane! —. Animó a la pequeña Hyuga que estaba luchando contra Kyou del clan Inuzuka. —¡Kyou-kun! ¿En serio una niñita es más fuerte que tú? —. Y entonces comenzó a frotar sus manos con una sonrisa macabra que asustó a los niños a su alrededor. 

—Mei, te dije que los cuidaras—. Dijo Shino cruzados de brazos. 

La pelinegra le sonrió. —Lo estoy haciendo, les enseño a cuidarse a sí mismos. 

Shino negó suavemente, mientras que la pelea daba por finalizada cuando la pequeña Hyuga quedó de pie y Kyou noqueado. Mei cargó al pequeño niño en su hombro, mientras pasaba por los puestos de los otros para reclamar su dinero. —Entonces, Shino-sensei, ¿quiere que les enseñe respecto a shurikens mientras se toma el día libre?

Una gota de sudor apareció en la cien de Shino. —No volverás a cuidar...

—¡Mei-sensei!—. El grupo de niños corrió hasta donde se encontraba ella. —¿Es cierto que entrenó a Hanade-chan? ¿Podría enseñarnos a ser unos ninjas geniales como usted?

—Niños, Mei no pued...

—Por supuesto que sí, siempre y cuando su maestro quiera que les enseñe. Ya que ese es su trabajo—. Dijo acariciando la cabeza del niño. —Entonces... ¿qué dice, Shino-sensei? 

Los ojos de todos comenzaron a brillar, y miraron expectantes a Shino. Este soltó un suspiro y la señaló. —Si puedes, siempre y cuando solo utilices taijutsu, no puedes arriesgarte de otra forma. 

—Sí, sí, lo que digas—. Dijo mientras contaba el dinero. 

🍥🍥🍥


Mei miró fijamente al chico que no dejaba de limpiarse el sudor de las manos y caminaba de un lado a otro frente a su puerta. Quizás tenía un tiempo allí, pero por su nerviosismo, suponía que debía decirle algo. Shikadai se armó de valor y tocó la puerta. —No hay nadie en casa—. Dijo Mei asustándolo. 

—¿C-Cuánto llevas ahí? —. Preguntó con el rostro colorado de la vergüenza. 

—El suficiente para saber que estás por decirme algo importante, ¿qué sucede? —. Dijo sacando las llaves para abrir la puerta. 

— Yo... dejaré de ser ninja para convertirme en político—. Mei lo miró unos segundos y se encogió de hombros. 

—Si es lo que quieres, ¿cuál es el problema?

Este soltó un suspiro. Era justo lo que le había dicho su padre. 

—El problema es que me iré dos años—. Dijo rascando su nuca. —¿Me esperarías?

Mei Uchiha. | Shikadai Nara. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora