ONE

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El molesto sonido de mi tono de llamada interrumpe mi momento favorito del día, es decir, la siesta.

En un principio decido ignorarlo, seguramente se tratará de los de mi compañía de móvil, queriéndome encandilar con alguna "tarifa mejorada".

Como no me interesa y siento que si no abro los ojos, puedo volver a dormirme profundamente, dejo que siga sonando mi teléfono hasta que cuelguen.

Y así ocurre, estoy a punto de volver a perderme en el sueño cuando mi teléfono vuelve a sonar.

Me acomodo en la cama y busco mi móvil con la mirada, se encuentra en mi escritorio. Chasqueo la lengua porque me da mucha pereza levantarme de la cama, pero finalmente acabo haciéndolo. Solo quiero poner el móvil en silencio y volver a hibernar.

Alzo las cejas con sorpresa al ver que quien me llama es Dohyun.

Dudosa, deslizo el dedo en la pantalla para contestar la llamada.

- Hombre, ¡Qué sorpresa!

- ¿Dónde estás? - frunzo las cejas ante su tono de voz, parece irritado.

- En mi habitación. - bostezo. - ¿Por?

- ¿Se puede saber qué coño haces aún en tu habitación? - parece que intente controlar su tono de voz, como si quisiera gritar, pero no pudiera.

- "¿Aún?" - inquiero confundida.

- Chungha, estoy en el aeropuerto. ¡Solo! ¡¿Cómo has podido olvidarte?! ¡Eres la peor hermana del mundo!

Me llevo la mano a la frente al caer en que acordamos en que yo iría a recogerlo.

- Espera, ¿Ya estamos en septiembre? - abro la boca, incrédula.

- Sí, ridícula, hoy es el primero de septiembre. Madre mía, qué vergüenza. ¡¿Cómo pudiste olvidarte de que llegaba hoy?! Cuando te vea, te voy a agarrar la peluca esa rubia que me llevas y te voy a dar siete vueltas...

Dejo de escucharlo para soltar una carcajada, no sé qué me hace más gracia: sus amenazas, o lo miserable que soy.

- Lo siento Dohyun, me acabo de despertar de la siesta. - me sincero. - Pilla un taxi o un bus que te lleve al centro... Prometo tardar lo antes posible.

- No, querida. Yo no uso transporte público. - jodido pijo. - Te espero aquí, como no hayas llegado en menos de veinte minutos, te desheredo.

Cuelga la llamada y me quejo en voz alta, maldiciéndolo por decir que no es capaz de usar el jodido transporte público, cuando literalmente ha regresado a Corea con eso.

Me visto rápidamente, poniéndome unos tejanos negros, una cazadora de cuero y las botas. Salgo de casa en menos de 5 minutos, pillando dos cascos y las llaves de la moto.

Enciendo el motor de esta y me pongo en marcha hacia el aeropuerto.

Sinceramente, no sé por qué me hace ir hacia allí Dohyun, podría ser menos cabezota y pillar un bus o un taxi para llegar a casa. Admito que me da pereza tener que ir a buscarlo, pero como me gusta conducir no me quejo mucho.

Disfruto del camino y del paisaje y finalmente, después de cuarenta minutos, llego a mi destino.

Aparco la moto y me quito el casco, muevo mi cabeza a los lados para liberar mi pelo, me siento como una chica de los anuncios de Pantene al hacer ese gesto.

Me bajo del vehículo y envuelvo con cada brazo un casco, no me fío de dejarlos con la moto, por lo que me los llevo conmigo.

No lo llamo ni le aviso de que ya he llegado, directamente decido buscarlo en la cafetería más cercana de la salida.

EUPHORIA II, jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora