EUPHORIA II, jjk

TWENTY-SIX

Han pasado un par de días desde que volvimos a clase y ya estoy cansada de escuchar a profesores hablando con esa lentitud y parsimonia suya, explicando el temario y pasando diapositivas de su presentación en la gran pantalla.

Las clases son tan largas que termino con las manos cansadas de tanto escribir en el ordenador, me pregunto para qué coño quieren que copiemos todo lo que nos dicen, si literalmente, podrían pasarnos su presentación. Lo bueno es que no me aburre el temario que estamos dando ahora, trata sobre la teoría del color, me parece bastante interesante.

Después de tres horas, se termina la clase de hoy, por lo que todos los alumnos empiezan a recoger sus pertenencias y salen de la enorme aula.

Miro a Jungkook, está guardando su portátil en la mochila, callado. En verdad lleva bastante callado desde ayer y me he fijado en que tiene las ojeras bastante marcadas, me pregunto si estará durmiendo bien. El chico me pilla mirándolo y me sonríe, tensando los labios.

Recojo mis cosas y me pongo en pie, Hani se despide de nosotros y sale apurada de clase, hoy tiene un examen muy importante de inglés. Jungkook y yo bajamos los escalones del salón, dispuestos a dirigirnos a la salida, pero el profesor nos detiene.

— Señorita Kim. — dirijo mi mirada hacia él, alzando las cejas. — Debería ir al despacho del director, el señor Cha quiere hablar con usted.

Confundida, hago una leve reverencia antes de abandonar el aula y miro a Jungkook, quien parece tan confuso como yo.

Subimos a la tercera planta de la facultad, donde se encuentra el despacho del señor Cha.

— Te espero aquí. — sentencia Jungkook, quitándome la mochila de la espalda, dispuesto a sujetarla él.

Sonrío por ese gesto y llamo a la puerta del despacho del director.

— Adelante. — se escucha desde dentro.

Abro la puerta despacio y entro en la sala. El señor Cha, señala con el brazo la silla que hay delante de su escritorio para que tome asiento y así lo hago, quedando cara a cara con él.

— Buenas, ¿quería verme? — pregunto, forzando una sonrisa.

— Buenos días, señorita Kim. Efectivamente, quería hablar con usted. ¿Cómo está?

Carraspeo para aclararme la garganta, mentiría si dijera que no veo raro que este viejo se interese por mi estado de salud.

— Bien, gracias por preguntar.

— ¿Ha tenido mareos o náuseas últimamente?

Frunzo las cejas y los labios ante esa pregunta.

— No, señor...

— ¿Está usted segura? Está en un espacio seguro, Kim. Aquí no vamos a juzgarla.

— Estoy perfectamente. — sentencio, mordiéndome la lengua para no preguntarle a qué coño viene ese interrogatorio.

El señor echa un vistazo por su despacho, como si estuviera buscando las siguientes palabras que soltar. Después, carraspea y vuelve a mirarme a los ojos.

— Verá... hemos recibido una noticia sobre usted. Nos han informado de que está embarazada, señorita Kim.

Se me escapa la risa, o mejor dicho un bufido. Mi vida parece un jodido reality show.

— ¿Se puede saber quién les ha dicho eso? Porque es mentira.

— Hemos recibido la llamada de la madre de un compañero suyo de clase, Jeon Jungkook. — abro la boca, incrédula. — He preguntado a sus profesores sobre él y todos me han confirmado que siempre vais juntos. Hemos llegado a la conclusión de que él es el padre.