EUPHORIA II, jjk

NINE

[Jungkook]

Vaya desastre, qué mierda de día ha sido hoy.

Me quito los zapatos y me dejo caer en la cama de mi habitación. Los muelles de esta chirrían ante mi peso, pero los ignoro.

Pongo los brazos detrás de mi cabeza y me quedo mirando el techo. Tengo las luces apagadas, pero entra suficientemente luz de la calle por la ventana como para poder ver la habitación con claridad.

Pese a que no me lo he pasado mal hablando con Namjoon y sus amigos, no puedo evitar quitarme de la cabeza a Chungha.

Me he fijado bastante en ella hoy, aparte de por que iba muy guapa, ha sido también porque he notado lo incómoda que se sentía. Era como un pez fuera del agua. Y me siento fatal por ello.

Lo que sí me jode y no me paro de reprochar es que no la he seguido cuando se ha ido. No sé si la razón que me ha dado para irse era verdad o se lo ha inventado por salir corriendo de ahí. En todo caso, me siento superimbécil por no haber ido con ella para asegurarme de que estaba bien.

Resoplo y busco mi teléfono en el bolsillo del pantalón.

Tampoco le he escrito por Kakao y, supongo que preguntarle cinco horas después si ha llegado bien a casa, sería un poco raro.

Entro a Instagram, dispuesto a ver si ha subido algo en sus historias que me confirme que la muchacha se encuentra bien, pero caigo en que perdí toda pista suya en las redes hace casi dos años.

Busco su antiguo perfil y efectivamente, esa cuenta está abandonada desde que dejó Busán.

No me creo que Chungha no utilice esta red social, aunque sea para ver memes.

En su tiempo, busqué mil y un posibles usuarios que podría haberse creado, pero no encontré nada, hasta recuerdo que busqué en los seguidores de sus amigos, era un fantasma.

Dejé de buscar su nombre por las redes al cabo de un par de meses, por mi propia salud mental. Recuerdo que me estaba volviendo loco cada vez que pensaba en ella.

Decido probar esa táctica buscando en los seguidores de su nueva amiga, Nam Hani. Supongo que se habrán hecho lo suficientemente colegas como para haberse intercambiado el insta.

Agradezco que la chica tenga pocos seguidores, lo que implica menos faena para buscar a la rubia. Deslizo el dedo un poco hacia abajo y mi boca se abre de golpe al ver un usuario con una foto de perfil de la chica que estoy buscando.

Entro en su perfil y me siento la persona más estúpida del mundo al descubrir que tiene su nombre completo en el usuario mismo. No puede ser que ahora me haya resultado tan fácil y en su tiempo imposible.

Alzo las cejas al ver que me supera en número de seguidores. ¿En qué momento se hizo tan popular? Miro las fotos que tiene subidas y veo que muchas de ellas son paisajes y otras más su moto. Pero las que más destacan son las que sale ella, con una sonrisa en todas las fotos, se me acelera el corazón al ver lo bonita que está en todas, pero siento que su sonrisa no es tan real como la que tiene en las fotos de su antigua cuenta.

Descubro al llegar a la primera fotografía que, efectivamente, se hizo esta cuenta hace un par de años, en junio. Justamente, tres meses después de que abandonara mi ciudad y en el mismo momento que empezó a abandonarme a mí también.

Chasqueo la lengua y subo arriba de todo del perfil. Me debato en si darle a seguir o no, pero poco después le doy al botón de seguir y acto seguido al de enviar mensaje. Molesto, le pregunto sin rodeos:

Kim Chungha

¿Me habías bloqueado?