EUPHORIA II, jjk

TWENTY

- ¡Gracias por llevarme! - hago una pequeña reverencia al chófer de los Kim y cierro la puerta del vehículo.

Me apresuro a corretear como puedo hacia la entrada del restaurante, al cual me ha citado el mismísimo Jeon Jungkook.

Bueno, no es una cita en plan enamorados. Simplemente, me ha obligado a que vaya a cenar con él, porque quiere agradecerme que lo acompañe a reencontrarse con el hombre que lo abandonó.

Aun así, me he puesto más guapa que nunca. Bajo mi chaqueta llevo un vestido negro ajustado, el cual tiene unas mangas globo que le dan un toque muy elegante. Llevo también unos zapatos con tacones de charol a conjunto con el vestido. Me emociona quedar a solas con él, encima me invita a un restaurante japonés bastante refinado ¿Eso significa que va a pedirme lo que creo que va a pedirme? Me volvería loca, sinceramente. No sé qué tiene Jungkook, pero creo que he vuelto a caer a sus pies, cada día crecen más mis sentimientos hacia él y también el miedo de volver a cagarla.

Empujo la enorme puerta de cristal del restaurante y me encuentro con un trabajador, el cual se ofrece a guardar mi chaqueta y guiarme hacia la mesa de Jeon Jungkook.

Estoy a diez pasos de él cuando lo veo y mi sonrisa se ensancha. Jungkook también se ha puesto elegante para la ocasión. Lleva una camisa blanca con unos vaqueros negros, está guapísimo.

Se levanta de la mesa para saludarme con una leve reverencia, a lo que yo le respondo frunciendo el ceño y soltando una risita.

— ¿Desde cuándo eres tan formal conmigo? — pregunto tomando asiento delante de él.

— Desde que parece que en lugar de con Chungha, tenga una cita con una princesa. — se acomoda en la butaca mirándome a los ojos.

Mi sonrisa se ensancha y me inclino hacia delante, apoyando los codos sobre la mesa. ¿He oído bien?

— ¿Entonces, esto es una cita? Pensaba que solo querías devolverme el favor...

— Esto es lo que tú quieras que sea.

Suelto una carcajada ante su respuesta. Es obvio que lo ha dicho con buena intención y que es un gesto bonito, pero también ha parecido otra cosa.

— Hablas como si fueras un hombre de compañía.

— Ahora mismo, te pegaría una patada por debajo la mesa. — alza el brazo para llamar la atención de un camarero y luego su mirada vuelve a posarse en mí. — Pero hoy es una ocasión especial.

— Es todo un caballero, señor Jeon.

Jungkook disimula una risita y cuando viene el camarero hacemos la orden de la comida.

Pedimos udon y sushi a montones, hace mucho que no como comida japonesa y se me hace la boca agua cuando Jungkook me confirma que es buffet libre.

Cuando el camarero se va, me friego las manos, contenta.

— Qué ganas de atragantarme con un nigiri. — suelto, ansiosa.

Jungkook vuelve a reírse y niega con la cabeza.

— ¿Puedes no ser tan obscena? — finge disconformidad.

— No he sido obscena, literalmente quiero sentir un nigiri atascado en mi garganta. ¡Me muero de hambre! Hoy he hecho una dieta exclusiva de aire para comer como una cerda esta noche. Respétame. Si piensas cosas guarras es tu problema. — me defiendo, girando mi cuerpo para mirar detrás de mí con la esperanza de ver algún camarero con mi pedido en la mano.

— Pues menos mal que es un buffet, me hubieras dejado en bancarrota. — comenta por lo bajo él.

La cena es tranquila. Charlamos y reímos de todo, es increíble lo cómoda que me siento con este chico. Parece que no hayan pasado los años, de alguna forma seguimos siendo él y yo. Y me encanta.