EUPHORIA II, jjk

EIGHTEEN

Después del largo fin de semana, por fin estoy en casa.

Llego a mi habitación y cierro la puerta a mis espaldas, me descalzo y me dejo caer en la cama con los brazos abiertos. Estoy agotada.

No pasan ni veinte segundos de tranquilidad, cuando siento que abren la puerta de golpe. No levanto la cabeza para ver de quién se trata, pues ya empieza a hablar él nada más entrar.

— A ti te estaba buscando yo, bonita.

Me acomodo sobre la cama, apoyando los codos sobre esta para poder mirar a Dohyun, quien se encuentra delante de mí con las manos en las caderas. Parece bastante molesto.

Le pregunto con la mirada qué es lo que pasa y él se cruza de brazos, nervioso.

— ¿Por qué llamaste a SoRa y le contaste que me lo monté con tu amiga? ¿Por qué tienes que meterte en mi relación?

Como la conversación promete ser seria o al menos quiero darle a entender eso a Dohyun, me siento con las piernas cruzadas y hago un par de palmadas sobre el colchón para indicarle que se siente a mi lado. Sin embargo, me ignora y continúa hablando.

— Es que no lo entiendo. ¿A caso te he molestado cuando estabas a saber dónde con Jeon? ¿No podías hacer lo mismo con SoRa y conmigo?

— Dohyun le pusiste los cuernos. Lo tenía que saber.

— No me digas que lo has hecho por ella, porque ni siquiera te cae bien, Chungha. Además, esa noche está borrada de mi cabeza, no quiero saber nada de tu amiga.

— Me caerá mal, pero ante todo soy feminista y apoyo a las demás mujeres. — frunzo las cejas. — Si algún día estoy saliendo con un chico y este me pone los cuernos, me gustaría saberlo. — me sabe fatal ver la cara de mi hermano en estos momentos. — Además, Dohyun, ¿No te has parado a pensar que si pasó eso, fue por algo? No sientes lo mismo por SoRa que hace unos meses, no te engañes. Y tampoco la engañes a ella. No es justo.

Mi hermano deja caer los hombros en un pesado suspiro. La tristeza que emanan sus ojos me parten el corazón.

— ¿Has hablado con ella? — suavizo mi voz, al ver que no reacciona.

— Claro. — asiente con la cabeza. — Pero como se lo habías dicho tú y sabe que muy bien no te cae, me ha pedido explicaciones.

— ¿Y qué? — le incito a continuar.

Dohyun se acerca y se deja caer en la cama, sentándose a mi lado.

— Me he quedado mudo. He sentido mucha pena y vergüenza, Chung. El silencio otorga. Supongo que hemos roto.

Paso los brazos por encima de sus hombros y lo rodeo en un fuerte abrazo que él me devuelve desconsolado. Acaricio su espalda, sintiéndome culpable.

— Lo siento...

— Sabes, quizás sí que estaba un poco muerta nuestra relación. No era lo mismo desde que volvimos de Holanda.

Lo escucho sollozar y cierro los ojos, recordando que lo dejaron justo después de volver de ese viaje. Me da rabia que Dohyun estuviera tan cegado, se merece el mundo.

— Llora todo lo que quieras. — murmuro cuando lo escucho sollozar de nuevo.

— No lloro por ella. — alzo las cejas ante eso y espero a que siga con su respuesta. — Es por mí, no me reconozco.

Se separa de mi y me fijo en sus ojos rojizos, me da mucha pena verlo tan triste, sin embargo no termino de entender a qué se refiere. Aparta la mirada, avergonzado.

— Es que no puedo creerme que le hiciera eso, Chungha. Siempre tuve bien claro que SoRa era el amor de mi vida. ¿Cómo he terminado así? Yo, que siempre me he considerado una persona fiel... ¡Me odio!