Me aclaro la garganta para que pueda salir mi voz cuando hable.
— ¿Estás borracho? — pregunto, sintiéndome tonta al instante, pues es obvio que sí. Este hombre apesta a alcohol.
No me responde, quizás ni me ha escuchado, supongo que estará en su mundo. De pronto, siento el ambiente muy cortante, incómodo. Es hora de una retirada.
— Voy a por algo de beber... — consigo decir a duras penas.
Jungkook aparta la mano de mi muslo al instante y me levanto a continuación.
El chico permanece en silencio y no me mira en ningún momento.
Huyo de nuevo hacia la mesa de las bebidas, la verdad es que no tengo sed, solo he puesto la excusa para escaparme de ahí.
Soy patética.
— Eh, guapa. Vente a la piscina.
Me giro hacia la voz y me encuentro con un chaval altísimo y desnudo. Bueno, lleva bañador.
Miro hacia el agua y los que supongo que son sus amigos, se encuentran apoyados con los codos en el borde de la piscina, saludándome con la mano.
Un escalofrío recorre mi cuerpo al pensar en lo fría que debe de estar el agua. Seguramente, todos estos chavales estarán resfriados mañana.
— No... No llevo traje de baño. — finjo una risita.
Procuro ser simpática con esta gente por Dohyun, no quiero ser borde con sus amigos o los de su novia en un día como hoy.
— Venga, será divertido. — sonríe simpático el chico que tengo al lado antes de sorber de su bebida.
— ¡Vente rubia! — me anima uno de los que está en la piscina.
— En otra ocasión, chicos. — miento y les doy la espalda, con intención de ignorarlos.
El chaval deja el vaso sobre la mesa y su próximo movimiento me pilla totalmente desprevenida. Me carga sobre él y corre hacia la piscina hasta hacernos saltar los dos en ella.
[Jungkook]
Creo que acabo de hacer el mayor ridículo de mi vida. Estoy tan avergonzado que cuando Chungha se levanta de mi lado, no tengo el valor de mirarla.
Dejo que se vaya y cuando sé que no la tengo cerca, suelto un pesado suspiro.
Apoyo mis manos detrás de mi espalda y estiro las piernas en el césped. Me maldigo mentalmente por llevar pantalones tejanos claros, tengo que tener cuidado de que no queden manchas verdes de la hierba.
— ¡Vente rubia!
Miro hacia donde proviene la voz y observo como un chaval agarra a Chungha y se lanza a la piscina con ella en sus brazos.
Me levanto de golpe, preocupado.
Chungha no sabe nadar, o al menos hace un par de años. No creo que haya aprendido a hacerlo ahora.
Me descalzo y tiro al suelo mi chaqueta junto al móvil y la cartera en el momento que veo que el chico que se había hundido con ella saca la cabeza y ella no.
Sin pensarlo, me tiro al agua para sacar a Chungha de ahí, ignorando las risas de los chavales.
Abro los ojos bajo el agua y agradezco que hayan encendido las luces de la piscina, por lo que puedo ver a mi amiga con más claridad. Cuando alcanzo a Chungha, la agarro de la cintura y la empujo a la superficie.
Los capullos que la han lanzado, se dan cuenta de la situación y me ayudan a sacarla de la piscina.
Antes de que yo pueda salir, la rubia empieza a toser, desesperada por respirar, hasta que por fin lo consigue.

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EUPHORIA II, jjk
Hayran Kurgu«Él vestido de traje y corbata y yo con un largo vestido. Sus manos en mi cintura y las mías en su cuello. Los dos abrazados, moviéndonos lentamente al ritmo de la canción. Quizás este es uno de los momentos más mágicos de mi vida. - Hace dos años...