Dark Ville

CAP 15

Existen dos formas de ver la vida : una es creyendo que nada es un milagro , la otra es creyendo que todo es un milagro

                             Albert Einstein

Paciencia y no fuerzas

–¿Y que le dijiste? –una emocionada Daniela me observaba con los ojos bien abiertos mientras guardaba los libros en el casillero.

Si...tal vez se me ocurrió la brillante idea fe contarle la propuesta que Máximo me había hecho ayer para este San Valentín.

–Que quería de lo que el fumaba – le respondí cerrando la puerta del casillero –y que dejara de fumarlo porque le estaba afectando el cerebro.

Ya vería como conseguir el libro sin sacrificarme en el intento.

–Dios Pame ¿Cómo puedes negarte a asistir con dicho...dicho...– movía las manos como si eso le diera las palabras.

–¿Espermatozoide bien formado?– la ayudé a terminar ya que se quedó en blanco.

-¡No¡- se golpeó la frente para si misma - es que está buenísimo y ... joder Pame...–le siguió un susurro–está viniendo hacia acá...

Me voltee disimuladamente para encontrarme con esos ojos cielos mirándome , una pequeña sonrisa de lado se mostró en su rostro haciendo notar un hoyuelo . Tenía que admitirlo , está para morirse.

¿Mejor que Mayls?

Tu calla

¿Si o no?

–Hola chica arándano– el cálido saludo de Máximo y su aroma invadieron mis sentidos dejando de lado mi conversación interior - y...Daniela ¿verdad?

–Si.. –me quedé un momento observando como las blancas mejillas de Daniela se llenaban de sangre. Pero bueno..era de esperarse.

–¿Puedo hablar contigo a solas un momento? –preguntó pidiendo disculpas con la mirada a Dani.

–Las clases están por empezar...

–No te preocupes , le diré al profesor que estás en enfermería por..no se ,ya yo le digo – me interrumpió Daniela giñandome un ojo para luego marcharse.

–Me agrada esa chica..

–¿Qué quieres? – le interrumpí y casi que me arrepiento al ver lo borde que fui –Lo mejor será que vallamos a otro lado –suavicé un poco el tono –se supone que tengo un "no se" que Daniela inventará , vamos.

Una sonrisa se formó en sus labios y eso me hizo sentir menos mal , no le pediría disculpas...nunca lo hacía.

Llegamos a la parte trasera de la escuela y nos sentamos debajo de un árbol enorme, al parecer esa se estaba volviendo una costumbre nuestra.

–Bueno...tu me dirás chico Ken – le dije mientras acomodaba algunos mechones de mi coleta en su sitio.

—Me gusta que me llames así – dijo mientras su cara se adornaba con una sonrisa y regaba descuidadamente su dorado cabello.