Parte 0

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Sentía frío y no podía mover mi cuerpo , ni siquiera podía abrir los ojos.

Podía sentir la superficie debajo de mi blanda , pero el dolor en mi espalda me hacia querer levantarme de un tirón, cosa que me era imposible con los cables.

Los sentía tanto en mi nariz como en mi boca , también en mi pecho y cabeza.

Con mucho esfuerzo logré levantar los párpados , sentía como si hubiese despertado de un muy largo , largo sueño.

Lo primero que vieron mis ojos fue un techo blanco con una luz enorme , bajé la vista a mi alrededor y las paredes celestes junto con una silla de visita confirmaron mis sospechas.

Estaba en un hospital

–Oh señorita– una chica de pelo corto y café vestida de enfermera se sorprendió al verme – Enseguida le aviso al doctor Herrera que despertó , no se levante.

Hice caso omiso a sus palabras y apenas salió se la habitación desconecté los cables de mi cuerpo y me senté en la cama .

La planta de los pies me cosquilleaban y la espalda me tráqueó horrores.

–Veo que es usted muy buena siguiendo indicaciones – un chico alto , de ojos y pelo color miel entró a la agitación con un historial en sus manos.

Vestía de azul y sobre su uniforme una bata blanca lo cubría,  la identificación de Dr.Herrera colgaba en su bolsillo derecho.

–¿Dónde estoy?– pregunté perdida , observando por la ventana de cristal el paisaje que no reconocía.

Las casas tenían estructuras extrañas , grandes flores de cerezo decoraban el lugar y los carteles con letras japonesas alumbraban los locales.

–Se encuentra en Japón – me confirmó el doctor – en Nighito , el mejor hospital  del mundo.

No podía determe a pensar en su sonrisa de orgullo ni el paisaje , el corazón se me contrajo con los últimos recuerdos que se repetían en cabeza.

Ellos habían muerto.

Pero entonces...

–Necesito hacerle unas preguntas si me permite señorita...

–¿Quién me trajo?– lo interrumpí con apuro –¿Cómo llegué a Japón desde los estados unidos?

Sus cejas se unieron mientras me dedicaba una mirada de desconcierto , parecía que lo que acababa de preguntarle era la estupidez más grande del mundo.

Señorita Divierch , necesito que se calme y...

–¿Cómo sabe mi apellido? – me levanté rápidamente de la cama y me puse al otro extremo de la habitación.

¿Y si era de la mafia? No..imposible yo había matado a Raiden pero...¿y si me tenían de ofrenda por su muerte?

–Necesito que se siente , se calme y me escuche con detenimiento – su voz fue firme.

Aún un poco a la defensiva me senté en la cama y tomé un mechón de mi cabello , lo solté al instante.

Lo que antes era negro y azul , ahora era de un rubio rojizo , uno que conocía a la perfección porque era mi color natural de pelo.

Señorita Aliesh – el doctor llamó mi atención – lo que le voy a decir puede confundirle y es normal cuando se pasa...por todo lo que ah pasado usted,  pero necesito que se lo tome con calma.

Al ver que no hablaba prosiguió.

–Hace unos años atrás sus padres tuvieron un accidente de tránsito en el cual fallecieron – repitió lo que ya sabía.

–Lo sé – contesté – yo los vi , junto a mi abuela.

Sus ojos me miraron esta vez caídos, con lástima.

– Es que eso no puede ser Aliesh– su voz fue suave , casi un susurro – no pudiste verlos porque el coche en el que estaban tu abuela y tú también chocó , en ese accidente tu abuela falleció y debido a la falta de oxígeno tuvieron que traerte desde Italia hasta acá.

Un pitido sonaba en mis oídos , como si con eso se pudiera evitar que escuchara sus palabras.

Nadie la trajo desde los Estados Unidos porque usted no ah estado allí – dijo suavemente , como si se lo explicara a un niño pequeño – es imposible ya que usted,  señorita Divierch,  lleva once años y cinco meses en coma.

FIN

Notita de Escritora: No puedo creer que lo haya terminado :"")

Pero aquí estoy , a las 7:12 de la mañana sin haber dormido para darle fin a tan bonita historia.

Aclaro que no habrá segundo libro , la parte cero la pueden tomar como un Epílogo, están en todo su derecho de imaginarse lo que deseen después de esto , pero nada va a cambiar el final.

Aquí dejo parte de mi vida y de mi ser en cada uno de mis personajes , espero y como a mi , este libro se quede en su corazón.

Su Escritora de Cocoro;

Sheyla Estrada

Dark VilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora