26. Soy buena con las manos

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- Sólo digo que a mi no me gustaría estar en una habitación con espejos - Dijo Florence.

- Pero piénsalo es más estresante una habitación completamente oscura que una una habitación donde si puedes ver donde pisas.

- Pero verte todo el tiempo y que después se distorsione tu figura porque tu vista te empieza a engañar no esta cool y he visto suficientes películas de terror para que un espejo me de miedo.

- Sigo preferiendo una habitación llena de espejos - Contesté y Hailee comenzó a reír.

- Si ven por lo que están discutiendo - Dijo Hailee, Florence y yo no encontrábamos la razón de su risa.

Mi teléfono comenzó a sonar y me levanté para contestar, era billie quien llamaba Flou y Hailee me observaron con extrañamiento.

- Hola guapa - Me saludo mi hermosa novia.

- Hola.

- ¿Vendrás al estudio?

- Estoy con Florence y Hailee, tal vez vayamos a cenar algún lado.

- Quería verte - Su voz sonó un poco apagada.

- Puedo ir a verte después de cenar con ellas.

- ¿A la casa de mis padres?

- Supongo que estarán dormidos.

- Esta bien, me avisas.

- Si yo te digo, te amo.

- Igual yo, nos vemos - Billie colgó la llamada.

Volví a dónde estaban Florence y Hailee sentadas en el pasto de mi jardín.

- ¿Billie ya no vive contigo? - Preguntó Hailee.

- No por el momento - Mi mirada se clavo en el piso.

- Ella volverá - Florence habló.

- Lo sé, es extraño pero también fue estúpido pensar que todo iba a ser igual.

- Apenas es un día Avery - Dijo Flou.

- Fueron las suficientes semanas separadas.

- Por tu decisión - Se dirigió a mi Hailee.

- Okay entiendo, ella necesita su espacio.

Seguimos pasando rato las tres juntas, tiempo después fuimos a cenar al restaurante favorito de Hailee y yo manejé a casa de mis suegros para ver a mi novia, el carro de Claudia estaba ahí, quiere decir que aún están despiertos. Saque mi teléfono para llamar a Billie y decirle que estaba afuera.

- Hola amor - Contestó.

- Hola mi niña, estoy afuera de tu casa.

- Pues baja del auto y ven - Me quede en silencio pues me daba pena entrar, Billie suspiró - Voy al auto.

- Bye - Comencé a reír y terminé la llamada.

Mire a Billie salir de su casa, camino lo más lento que pudo para llegar a mi tan lento que me dio tiempo de sobra para bajarme del auto.

Al llegar a mi ella me abrazo y se acomodó en mi pecho, yo también la abracé miré por la ventana a Claudia y a Finneas viéndonos y les sonreí, eso fue muy extraño.

- ¿Cómo estuvo tú día? - Preguntó Billie al separarse de mi.

- Fue lindo y tranquilo, ¿Cómo te fue a ti?

- Grabé dos canciones más, una la escribimos toda hoy y la otra ya la había escrito yo, no creó sacarlas ni enseñartelas.

- Gracias Billie no podre dormir ahora por la curiosidad.

Nadie es tú (Billie Eilish y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora