¿Quieres Jugar? 2

Capítulo 26: ¿Podemos hablar?

NARRA TODOROKI

Era un completo gilipollas. La había cagado, sí. Y me merecía toda la indiferencia y el desprecio que Brooke me estaba proporcionando. ¿En qué estaba pensando?

Llevo mucho tiempo sin acostarme con nadie, desde que empecé a tener sentimientos por ella no me apetecía conocer a nadie más, aún sabiendo que ella no me corresponde. Y nuestros últimos acercamientos... me tenían realmente mal. Mai solo ha sido un alivio espontáneo, aunque está realmente feo que lo diga. Ella y yo hemos vivido mucho y lo hemos pasado bien, pero nuestra relación se acabó cuando decidí venir a la U.A. No sé en qué estaba pensando al acostarme con ella. Estaba borracho, Brooke estaba preciosa, el perfume y el coqueteo de Mai me embriagaron y al final solo esperé disfrutar como antes, aunque me he dado cuenta de que lo nuestro se acabó hace tiempo. Y ahora por culpa de eso la he cagado con la chica que más quiero. 

Me rasqué la nuca, Bakugou me había dado un buen golpe. ¿A qué está jugando?¿Ahora se hace el amigo de su ex? No lo entiendo. El torneo todavía no había acabado, las otras escuelas se quedarán una semana más. He intentado reconciliarme con Brooke pero está realmente molesta. Si se supone que está enamorada de Bakugou, ¿por qué me desprecia tanto?

- Chicos tengo que anunciaros algo - Aizawa y su tono serio me sacaron de mi ensoñación, percatándome inmediatamente de que el asiento de la chica del clima, situado delante de mi, se encontraba vacío. - A partir de ahora vuestra compañera Brooke abandona las clases conjuntas para recibir formación individual. Por lo que no la veréis en clase ni en los entrenamientos.

- ¿Formación individual? - saltó Bakugou extrañado.

- ¿Brooke... está bien? - preguntó el pelirrojo, el cual se había puesto alerta, al igual que todos ante la noticia. 

- ¿Tiene algo que ver con el simulacro que organizó la escuela el otro día? - contestó ahora Midoriya.

- Como os comentamos DaiMind apareció en la escuela, nos urge entrenar a Brooke, ya que el villano parece no darse por vencido hasta acabar con ella... - el tono de Aizawa no lo pasé por alto, aquí había algo que no nos estaba contando.

Joder, está enfadada conmigo, y encima no podré verla en clase o en los entrenamientos, ¿acaso el destino nos quería separar?

NARRA BROOKE

- ¡Concéntrese, joven! - me gritó All-Might. Yo me limpié la sangre que empezaba a emanar de mi nariz para protegerme contra el siguiente ataque.

En vez de 6 horas de clases teóricas y 4 de entrenamiento, mi teoría se había reducido a 2, dando solo lo esencial para aprobar. El resto de horas se dividían entre el entrenamiento físico, el mental, y el desarrollo del nuevo poder. Cuando trabajaba con Némure, Aizawa debía estar siempre presente, por si mi poder se escapaba de control. Aunque por ahora solo he conseguido provocar algún que otro bostezo a los profesores. Era realmente difícil sacar un poder que llevaba 16 años oculto. 

Mis compañeros me preguntaron nada más llegar del entrenamiento, ya que Aizawa les había anunciado mi abandono. Estaban preocupados, pero me limité a repetir el discurso que el profesor me proporcionó para no levantar sospechas. 

- ¿Te dejarán salir, Brooke? - preguntó Tsuyu mientras nos relajábamos en el sofá de la residencia

- ¿Ah?¿Por qué lo dices? 

- Porque el torneo terminó la semana pasada, y vamos a salir este fin de semana a la discoteca de siempre, quieren celebrar el fin del torneo, ya que todos hemos descansado y nos hemos recuperado - contestó Ochaco.

- No te dejan estar con nosotros en clase, no creo que te dejen salir - puntualizó Momo, cuando Shoto y yo nos enfadábamos se volvía amable conmigo.

- No estoy segura, debo preguntar - llevaba dos semanas con el entrenamiento intensivo, el dolor en mis músculos se había hecho habitual, tanto que me había acostumbrado a él. Llevaba un diario de mis sueños y unos horarios estrictos, además de una dieta especial a la hora de la cena para que no afecten a mis sueños. Poco a poco iba materializando mi poder con pequeñas cosas, pude ver que el aura que emanaba era de color morado. Estaba mejorando, pero muy lentamente. No me vendría mal una salida.