Capítulo 23: Hablemos, por favor.

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- No vas a ir sola. Kaminari y yo ya volvemos - me dijo Deku y decidí esperarme para irme con ellos.

Salí afuera y noté el frío de la noche. Mientras Deku y yo esperábamos por Denki tuve un escalofrío. Miré instintivamente hacia un callejón y puedo jurar que vi dos ojos observándome desde la oscuridad. Sacudí mi cabeza y volví a mirar pero no había nada. Mi cuerpo se había puesto alerta, pero imagino que será todo producto del alcohol. DaiMaind no había sido capturado, pero no podía acercarse a mi, siempre había héroes cerca para evitar que lo del bosque vuelva a suceder. 

Pero a pesar de toda la seguridad no podía evitar sentirme inquieta. Deku y Kaminari se ocuparon de hacerme reír durante el camino. Kaminari iba borracho y le proponía retos estúpidos a Deku. En uno de los retos Kaminari tuvo que pedirle matrimonio a una chica de la calle y ésta le pegó una cachetada. No podíamos parar de reír.

Llegamos a la academia y decidí ir al cuarto de Todoroki a ver como estaba, me preocupaba su estado. Llamé a la puerta pero nadie me contestó desde dentro, por lo que abrí pensando que se había dormido con la ropa puesta. Pero me quedé helada con lo que vi.

Una chica desnuda estaba encima de él. Podía ver como su espalda y sus caderas se movían. Y como Todoroki le agarraba el culo y le acariciaba.

- Oh Mai... sigue así - le oí gemir a Todoroki y mi corazón se encogió - eres preciosa.

Oí como ella gemía mientras seguía montándolo, me quería ir pero mi cuerpo estaba paralizado. Reaccioné en el momento en el que mi bolso tocó el suelo, haciendo bastante ruido. Shoto y Mai pararon y me miraron asustados. Mai chilló y se tapó con las sábanas.

- ¿QUÉ HACES AQUÍ, MALDITA PERVERTIDA? - Me gritó Mai. Yo tenía los ojos llorosos y cogí mi bolso lo más rápido que pude para salir de allí.

- Brooke... - fue lo último que le oí decir a Todoroki antes de salir del cuarto. 

Caminaba rápido, ignorando las lágrimas que salían de mi. Era un puto mentiroso, me dijo que no me pusiese celosa, que yo era la única para el. Me di cuenta de lo enamorada que estaba del heterocromático y me sentí una estúpida.

- BROOKE - Shoto me perseguía por toda la academia gritándome - Vuelve, hablemos... - corrí más rápido - HABLEMOS, POR FAVOR.

De repente choqué con alguien, subí la vista y vi a Bakugou mirándome serio. Me hice a un lado para pasar pero él me agarró del brazo y cogió mi mentón para mirarme de cerca. Las lágrimas no dejaban de salir y me sentía demasiado avergonzada, solo quería encerrarme en mi habitación. Bakugou miró a Shoto con cara de mala hostia y yo lo miré también. Estaba sin camiseta y descalzo, simplemente con unos pantalones de chándal y todo despeinado. Me miraba demasiado preocupado y mis lágrimas se intensificaron. 

- Bakugou, sueltam...

- Ve a mi habitación. Te espero allí - me dijo con voz ronca y sin mirarme, mirando a Todoroki bastante serio.

- Bakugou no voy a ir...

- He dicho que te espero allí, maldita del clima. No me hagas repetirlo - su voz me estremeció y decidí hacerle caso. Antes de doblar la esquina miré atrás y vi como Bakugou empujó a Todoroki contra la pared.

Cogí la llave que Bakugou me había dado y entré en su cuarto. Me tumbé en la cama y me puse a llorar. ¿Cómo podía haber sido tan imbécil? Todoroki nunca me ha querido, siempre he sido un juguete para él. Solo quiere ser mi amigo y me trata distinto por lo que he pasado. Pero nada más. ¿Cómo pude pensar por un momento que él sentía algo por mi? 

Seguí llorando sobre la almohada de Bakugou hasta que éste abrió la puerta y la cerró de un portazo. Me incorporé y me sequé las lágrimas.

- Me has manchado la almohada, que asco - me dijo serio. Yo no quería mirarlo. También me dolía lo que me hizo él, aún no terminé de superarlo.

Bakugou cogió mi mano y tiró de mi para envolverme entre sus abrazos, en un abrazo cálido que no sabía que necesitaba. Lloré un poco más y él me acarició el pelo para tranquilizarme. Entonces me sentó y sacó un paquete de toallitas húmedas para empezar a limpiar mi cara de los restos de maquillaje.

- Maldita del clima, escúchame. Deja de llorar porque eso me molesta - yo le miré con los ojos llorosos y le asentí, él apartó la vista sonrojado - Ese puto pijo de mierda es un idiota, así que no sé por qué tanto drama. 

- Yo... lo quería... - le dije conteniendo las lágrimas mientras él limpiaba mi cara.

- A veces la vida no es como queremos... pero hay que intentar no derrumbarse ante la primera piedra que aparezca, si no el camino se nos hará jodidamente difícil - me dijo y tenía razón. Pero no hacía que doliese menos.

- Bakugou... ¿por qué me estás ayudando?¿Qué le has dicho a Shoto?

- Una cuantas cosas - pasó la toalla por mis labios - Cuando lo vi sin camiseta y con esas pintas pensé que había intentado forzarte. Te juro que lo hubiese matado si lo hubiese hecho. Me ha dicho que le has visto acostándose con esa puta de los objetos. Y le he dicho que era un gilipollas por haber jugado contigo y con tu confianza, y que como volviese a hacerte daño lo quemaría vivo.

- Pero Bakugou... tú también me lo hiciste - le dije mirando a la cama. Pero él volvió a subir mi cabeza para poder limpiarme.

- Y por eso no quiero que él sea igual que yo... lo siento por lo que te hice Brooke, pero en ese momento pensé que era lo correcto.

- ¿Pensabas? Ya no lo piensas - le pregunté confundida.

- Ahora no lo sé - me miró sonrojado - Cámbiate, ponte lo que quieras y vamos a dormir, mañana lo verás todo más claro y puedes decidir que hacer con ese idiota. Necesitas descansar.

Salió del cuarto y yo me sentí vacía. Me puse unos pantalones suyos y una camiseta que encontré. Al cabo de un rato volvió con dos vasos de leche y una botella de agua. Me tendió uno y él se bebió el otro. Joder, necesitaba esto. Puso la botella en mi mesilla y se acostó en la cama.

- Siempre he pensado que esa camiseta te queda mejor a ti que a mi - lo miré con una sonrisa triste y di una vuelta en el sitio - pero ni en tus sueños pienses que te la voy a regalar. Ahora duérmete, eres demasiado molesta - dijo aguantando una sonrisa. Yo me metí en la cama. Bakugou me estaba dando la espalda, así que lo abracé.

- Siento todo lo que ha pasado, pero muchas gracias por estar conmigo esta noche, no sé que hubiese hecho sin ti - le dije sinceramente y planté un beso en su espalda. Entonces él se giró y me abrazó atrayéndome hacia el.

- No me lo agradezcas, soy tan amable porque estás mal. Si no ya sabes que te hubiese pegado una colleja por estar mal por ese imbécil. Así que a dormir, no molestes.

Con las caricias del chico más explosivo de la U.A me quedé dormida. Por lo menos en estos momentos sentía paz. 

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Me morí imaginándome a Shoto en esa situación... Yo también necesito que Bakugou me cuide así.

¡PLUS ULTRA!

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