𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)

ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪ

Habían pasado veinte minutos mientras yo me paseaba de un lado a otro en el living pensando en si estaba en lo correcto al pensar en esto, era algo repentino y no sé si en el momento me sentiré cómoda con él... O si podré mirarlo a los ojos de nuevo luego de eso, si es que llegamos a hacerlo.

También trataba de idear una manera de hablarle sobre todo esto sin sentir vergüenza o quedar como loca frente a él.

Desgraciadamente no logré estar lista mentalmente cuando escuché el sonido del timbre seguido de su voz pronunciando mi nombre. Conté hasta tres y abrí la puerta.

–¡Hola! –exclamó él totalmente sonriente mientras entraba y de inmediato se lanzaba en el sofá.

–Hola Hobi. –dije sonriéndole mientras cerraba la puerta.

–¿Qué hacías? –me recosté en el mismo sofá que él.

–Nada, hace un rato estuve con Hye. –dije. ¿Tú?

–Pues... –tomó un cojín y comenzó a darle vueltas – Mi madre me dejó a cargo de Sooyoung y luego paso a buscarla y al verme aburrido me pregunté "¿Por qué no ir a alegrar la tarde de mi querida Lyssna?" Entonces, aquí estoy. –sonrió.

Tan solo reí ante su comentario y al parar lo observé por unos minutos, demonios ¿Debería preguntarle o descartar esta idea de mi cabeza?

–¿Pasa algo?. –preguntó.

–¿Qué?

–¿Pasa algo? –repitió.

–¿Por qué tendría que estar pasando algo? –reí un poco nerviosa.

–Pues porque te has quedado callada unos minutos. –dejó el cojín en paz. – Y porque eres pésima disimulando que lo tienes todo bajo control.

–No, no pasa nada. –dije sonriente.

–¿Segura? Te noto angustiada... –dijo mientras posaba su mano en mi hombro.

–No lo estoy, todo... Todo está bien.

–¿Hablas en serio?

(suspiré) es ahora o nunca Lyss! – No.

–Lo sé. ¿Qué ocurre?

–Pues... –hice una pausa – Necesito un favor de tu parte.

–Claro. -exclamó sonriente.

–Un favor que puede que te haga pensar que estoy mal de la cabeza.

–Lo dudo.

–Algo totalmente extraño.

–Solo suéltalo.

–Un favor que no se suele pedir todos los días.

–Bueno.

–Promete no estallar.

–Está bien. –exclamó impaciente.

–De acuerdo. Kook y yo llevamos varios meses...

–¡Mierda! ¿Te dejó?. –preguntó con asombro.

–No, no ¿Qué dices? Eso no.

–¿Entonces qué?

–Él quiere invitarme a una cita y luego de la cita... Acostarse conmigo. –susurre la última palabra.

–rió, debido al hecho de lo incómodo que se me hacia hablar sobre ello –¿Cuál es el problema con eso?

–Es que... Bueno yo... –dije pausadamente mientras hundía mi rostro en uno de los cojines.