𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)

ᴘᴀʀᴛᴇ xᴠɪɪɪ

–¡¿Dónde estabas?! –preguntó Hye al verme entrar a la cafetería.

–Kook me había dicho que el profesor no asistiría y no entré a clases. –me encongí de hombros. –Luego me pasas los apuntes por favor. –me senté a su lado.

–Claro. –dijo.

–Por cierto ¿Dónde está Kook?

–No lo sé, ha de estar con los chicos en algún lado. –le dio una mordida a su sándwich de manera indiferente.

–Supongo que lo buscaré luego...

–Oh, no hace falta vienen hacia acá. –dijo señalándolos.

A la par se acercaban cuatro chicos, Tae, Kook , Jimin quién es hermano gemelo de Hye, aunque debo admitir que lo único parecido que estos dos pueden llegar a tener es el apellido y como era de esperarse junto a ellos también venía Hoseok.

–¡Hey! –exclamaron al unísono mientras cada quien se colocaba en su respectivo puesto.

–Hola cielo. –dijo Kook sentándose a mi lado.

–Hola. –dije en un tono dulce mientras besaba su mejilla.

–Uhg... –musitó en voz baja Hobi quién se encontraba sentado frente a nosotros, haciéndome dirigirle una discreta mirada amenazante.

(...)

–Hey Lyss. –dijo Hye mientras recogía sus libros.

–¿Si?. –pregunté mientras la imitaba, ya habíamos visto la última clase y todos habían salido del aula como si no hubiesen visto la luz del día por siglos.

–¿Por qué te observaba tanto a la hora del almuerzo?

–¿Quién? ¿De qué hablas?. –pregunté mientras tomaba mi bolso y salía junto a ella del aula.

–Hoseok...

–Te he dicho que no hablemos de eso.

–No hay nadie oyendo. –reprochó. –¿Por qué te observaba tanto?

–No lo sé, tal vez tenía un moco o algo así. –bromeé

–soltó una sonora carcajada. –Cállate, puedo estar segura que no tenías nada de eso.

–Lo se. –reí solo quería evadir el tema.

–¿Lo verás está noche? –preguntó mientras nos acercábamos a ellos.

–Hyee...

–¿Lo verás está noche? –repitió.

–Si, lo veré. –dije sin observarlo mucho pues, notaría que era de él de quién estaba hablando.

–¿Qué crees que ocurra luego?

–Pues claro está, dejaré de ser virgen. –agregue con ironía.

–No me refiero a eso...

–Se a lo que te refieres y no veo porque buscas darle tantas vueltas a este asunto.

–Porque, hay muchas probabilidades de... –la interrumpí.

–No trates de llenar mi cabeza de "probabilidades" Hye eso hará que le complique y eso es lo que menos quiero. –ella estuvo por decir algo, pero le corté al saludar a los chicos. –¿Qué tal?

–Iremos a los bolos esta tarde. –agregó Tae. –¿Quieren venir?

Mi vista rápidamente fue dirigida a Hobi, quién con un discreto gesto me indico que no aceptara la invitación.

–Lo siento, tengo cosas que hacer en mi departamento, está hecho un desastre. –excusé.

–Oh vamos, déjalo para otro día. –intervino Kook.

–Es que... ya lo he atrasado lo suficiente.

–Perfecto. –exclamó Tae nuevamente. Lyssna y Hoseok nos han salido de agua fiestas.

–Bro, debo cuidar a mi hermana esta tarde ¿Qué quieres que haga? –dijo Hobi en su defensa.

–Puedes decirle a tu madre que la llave a la guardería. –intervino Jimin.

–No, esa no es opción.

–De acuerdo. –dijo Tae. –Claro está los aburridos que son, ¿El resto de ustedes irá o qué?

–No sé si quiera ir. –intervino Kook echando todo a perder.

–¿Por qué no? –preguntó Tae cruzando sus brazos.

–Pues si Lyssna no va... –lo interrumpí.

–Oh amor, no te preocupes ve con los chicos... –dije en el tono más dulce que me hizo posible fingir.

–¿Segura?

–Claro, no preferirás estar en casa sin hacer nada en lo absoluto o ayudarme a limpiar la pocilga que tengo como departamento ¿O tal vez si?

–Pensándola bien, iré con los chicos...–rió.

–No tengo problema. –le sonríe.

En ese momento un pequeño zumbido provino de uno de mis bolsillos, al sacar mi móvil quién indicaba la llegada de un mensaje pude encontrar el nombre de Hobi grabado en la pantalla, bajo un pequeño texto "Te veré en la plaza, hermosa" y subí la mirada hacia él quién, disimuladamente me dedicó una sonrisa.

–Bien, debo irme. –dije guardando mi móvil y procediendo a despedirme de cado uno con un pequeño beso en la mejilla, al llegar hasta Hobi este procedió a susurrarme.

–Iré cuanto antes... –no respondí nada al respecto, tan solo sonreí y plante un beso en su mejilla.

(...)

Luego de caminar casi 7 cuadras logré llegar a la preciada plaza, procedí a sentarme en uno de los bancos a esperar a Hobi, logré entretenerme un poco al observar paseando por aquel lugar a todas aquellas personas que tal vez jamás volveré ver. En cuestión de unos cuarenta y cinco minutos a lo lejos logré ver cómo Hobi se acercaba, su manera de caminar era inconfundible, y por alguna extraña razón el monstro de los nervios se apoderó de mi pues, ya no habría vuelta atrás.