ᴘᴀʀᴛᴇ xʟɪɪ

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Subí la mirada de mis pies al notar que estaría por cruzar una calle bastante transitada y a unos cuantos metros ví a Hoseok de espaldas caminar lentamente mientras volteaba su mirada de un lado a otro constantemente de manera despreocupada como suele hacerlo y pateaba una lata de refresco mientras caminaba. Una sonrisa apareció dibujada en mi rostro en ese momento y las mariposas despertaron en mi estómago, aceleré mi paso para alcanzarlo antes de que se desviara en su camino y por suerte logré hacerlo, estaba caminando a solo medio metro de él y parecía no darse cuenta de ello, tal vez estaba muy concentrado en esa lata de refresco.

–¡Esto es un atraco! –grité lanzándome hacía su espalda y provocando que se alterara un poco del susto.

–rió. –¡Hola! –exclamó volteando unos cuantos centímetros su rostro.

–Venía persiguiéndote desde hace unas cuantas calles.

–¿De verdad? Vaya, supongo que estaba muy distraído. –dijo torpemente mientras soltaba una pequeña risa.

–Lo noté. –dije soltando mi agarre de su torso para caminar a su lado. –¿Hacía donde ibas?

–A comprar algunas cosas para llevar a casa de Tae luego. –dijo procediendo a caminar esta vez.

–Ahm... –musité fijando mi vista en la nada mientras jugaba con mis manos.

–¿Qué cuentas, eh?

–Nada. –subí mi vista para observarlo mientras hablaba. –Bueno, nada im... –me detuve al observar su ojo gravemente lastimado y su labio roto. –¿Qué demonios te pasó?

–¿Qué?

–¡En el rostro!

–Nada. –aclaró su garganta. –Estoy... Estoy bien.

–¿Qué fue eso? –me detuve frente a él a observar bien su rostro.

–Fue este fin de semana en un... club, llegó un tipo y estaba loco... entonces, ya sabes.

–Eso se ve bastante reciente e inflamado como para haber sido ayer o el sábado Hoseok.

–Fue muy intenso.

–¿Te duele?

–No mucho, la verdad.

–No quieras dártela de hombresote conmigo ¡Mira ese ojo por amor a dios! Dudo que puedas ver por el.

–La verdad es que me duele un poco.

Me acerqué a él tomando su rostro entre mis manos, el golpe en su labio no era para nada de este fin de semana, la sangre estaba ahí, era muy reciente. No soy tonta y no se porque demonios no me dice que le ocurrió.

–¿Puedes decirme la verdad acerca de lo que te pasó?

–No hace falta Lyss yo solo... –le interrumpí.

–¡Oh mi dios! –exclamé de repente alejándome de él.

–¿Qué?

–¿Esto tuvo algo que ver con Kook? –pregunté.

Kook se había acercado a mí con su rostro golpeado diciéndome que se había peleado con alguien y ahora Hoseok en el mismo estado, vale soy despistada y muy muy torpe, pero esto es demasiada coincidencia.

–Espera ¿Cómo dices?

–Perdona, yo estoy exagerando ¿No es así? Lo siento, es que Kook se acercó a mí golpeado y ahora tú, no lo sé solo supuse.

Justo cuando comencé a pensar que era una idea ridícula Hobi rasco su nuca mientras hacía una mueca extraña y dejaba salir un suspiro, como si algo lo hubiese vencido y asintió lentamente.

–Fue una pelea con tu estúpido novio, pero antes de que comiences a sentir culpa o algo, no tuviste nada que ver, fue por una tontería entre nosotros, nada más.

HOSEOK:

No entiendo cómo demonios había sacado esa conclusión de la nada, y no podía decirle que esa pelea había sido por ella principalmente, ya que en primer lugar eso me dejaría como un total animal, celopata, desesperado por ella, y lo era, pero no sería buena idea que se diera cuenta, además no podía tampoco decirle por qué quise patearle el trasero a su querido novio, ya que ese hijo de puta inventaría que es solo un mal cuento mío para hacer que se separen, y luego de eso mis ganas de intervenir entre ellos se han esfumado, la quiero aún, y sigo loco por ella, pero no quiero estorbar, ni arruinar las cosas.

–Mierda Hobi pero... Es que tu ojo. –hizo una mueca mientas acariciaba mi mejilla, en ese momento sentí una felicidad enorme o algo como eso, no lo sé explicar, pero me gustó que lo hiciera y en ese momento lo único que quise hacer fue besarla sin decir nada al respecto. –Está tan lastimado y ¿Qué ocurrió?

–Nada, no tiene importancia y mi ojo sanará. –coloqué mi mano sobre la suya mientras le sonreía.

–hizo nuevamente esa mueca y retiró su mano de mi rostro, haciendo que quisiera tomarla y colocarla ahí nuevamente. –¿Y si vienes conmigo y te desinfecto un poco eso o algo?

–Hermosa estoy bien, en serio.

–No seas terco por amor a Dios, puedo jurar que te está punzando justo ahora.

Vamos, desde luego que quería ir con ella para que sanara mi rostro mientras me sermoneaba de una manera jodidamente dulce y entonces poder hacer un último intento para que se alejara de ese imbécil, sólo interviniera una vez más, solo una y si las cosas no funcionaban lo dejaría todo, y aceptaría por fin que es con quién quiere estar, no pierdo nada con intentarlo una vez más.

𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora