ᴘᴀʀᴛᴇ xxx

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–¿Quieres entrar de nuevo al juego Hoseok o quedarte observando cómo finge que no ocurrió nada?

–Está bien pero ¿Por qué haces esto?

–Noté lo mucho que la observas y... –la interrumpí.

–Oye no, no creas que estoy enamorado de ella.

–Lo sé, al menos no ahora. –rió. –No trato de hacer que ambos se enamoren, solo quiero que se diviertan, nada serio ¿Me explico? Porque claro está que ninguno de ustedes está feliz porque sus "encuentros" hayan acabado.

–Bien, de acuerdo ¿Qué hay que hacer?

–Tú solo ve con ella cuando tengas la oportunidad y yo me encargo del resto. –sonrió.

Asentí confundido, tomé la soda del refrigerador y salí de la cocina detrás de ella, para ser sincero en cierta parte siento que no me vendría nada mal su ayuda, a fin de cuentas, mentiría si dijera que no me agradaría una vez más.

–¿Qué hora es? –preguntó Kook estirando sus brazos mientras bostezaba.

–Seis de la tarde. –dije parándome frente a ellos mientras abría la soda.

–Es temprano aún. –dijo Hye. –¿Qué quieren hacer?

–Yo creo que debería irme. –intervino Lyssna levantándose del sofá.

–¡No seas aguafiestas Lyssna! –exclamó Suga.

–Debo ir a estudiar, pueden seguir con lo que quieran, pero yo debo irme. –fingió una sonrisa, sacudió su pantalón y camino hasta la mesa en donde se encontraba su bolso.

Hye estaba sentada en uno de los sofás y se levantó rápidamente detrás de Lyssna quién tenía que pasar por frente de mí para ir hacia la mesa.

–¡Oh vamos Lyss, Suga tiene razón! –exclamó empujándola de una manera aparentemente accidental, provocando que esta tropezara conmigo, haciéndome derramar la soda sobre mi camiseta.

–¡¿Qué demonios?! –pregunté disgustado observando a Hye quién sonreía con cinismo.

–Oh maldición, lo siento Hobi. –dijo pasando su mano desesperadamente por mi camiseta, consiguiendo solo empeorarla.

–No te preocupes, no fue tu culpa fue... –interrumpió Hye

–Demonios mujer ¿Acaso tú torpeza conoce límites? –bromeó mientras reía.

–Pero... –dijo Lyssna pero fue interrumpida por Hye.

–¡Ve a ayudarle con ese desastre por lo menos! –rió nuevamente.

–¿Cómo? –pregunté.

–Sólo le empeore la camiseta.

–Ve al cuarto de lavandería. –dijo Tae. –Y quiten esa mierda con algún producto.

–¿Dónde está? –preguntó.

–Subiendo las escaleras, la única puerta a la izquierda. –indicó.

–Bien, ven aquí. –me hizo una seña para que fuera detrás de ella.

Mientras subía las escaleras detrás de ella pude entender todo esto, además era bastante lo que había hecho Hye

–Es aquí. –dije al vernos frente a la puerta.

–Lo sé. –abrió la puerta lentamente y se adentró en la habitación.

–Joder, apenas y cabe la lavadora aquí. –dije entrando después de ella en aquel estrecho lugar.

–Si... ¿Dónde está el interruptor?

–Creo que detrás de mí.

–Enciende la luz por favor.

–reí. –No, con la luz de la ventana es suficiente.

–No es suficiente, vamos enciende la luz para poder sacar está mierda de tu camiseta.

–Déjalo Lyss sé que puedes ver.

–No puedo. –dijo haciendo el intento de encenderla por sí misma.

–¡Oh! –exclamé poniéndome en su camino. –¡Wow! –exclamé nuevamente cuando intento ir desde el otro lado.

–¡Hobi!

–Déjalo así, no me incómoda.

–Bien. –dijo buscando la quita manchas en la repisa. –A ver. –dijo colocándose nuevamente de frente con el producto entre sus manos.

–¿Cómo sabes que es la quita manchas?

–Pues es solo intuición ya que tú te rehúsas a encender la luz.

–Tienes buena intuición, seguramente sí es...

Está agito el frasco un par de veces y comenzó a rociar mi camiseta, el frío del producto me hizo soltar una risa pues cargaba la camiseta puesta, ella me imitó inconscientemente y siguió rociando esa cosa sobre mi.

–¡Hey! –exclamé repentinamente.

–¿Qué?

–Esto se rocía cuando la ropa está seca, deberías lavarla antes.

–No creo...

–Creo que es así ¡Eres mujer debes saber de estas cosas!

–Pues no sé del todo.

–Si tuvieras un empleo en una tintorería morirías de hambre Lyss

–No lo creo, al menos trabajaría con la luz encendida y podría leer las instrucciones.

–Bien. –dije ya que su respuesta no me dejó algo más que decir. –¿Qué haremos con esto entonces? Sigue igual.

–Mandarla a la lavadora y luego al secador.

Asentí observándola sin decir o hacer nada en lo absoluto.

–¿Qué? –preguntó.

–¿Qué? –respondí.

–¡Sácate la camiseta! –exclamó, la verdad sólo quería oírle ordenarme eso. –¿O quieres que yo también lo haga por ti Hoseok? –preguntó con sarcasmo mientras se volteaba a tratar de encender la lavadora.

–¿Puedo elegir la segunda?

–No.

Reí nuevamente y me saqué la camiseta colocándola en su hombro, ya que ella estaba de espaldas.

–Aquí tienes.

–Gracias, ahora déjame ver cómo encender está cosa.

–Tómate tu tiempo.

Suspiro frustrada mientras descifraba como encender la lavadora, haciéndome preguntarme a mí mismo que método utilizaría ella para lavar su propia ropa o si el dinero le era suficiente para gastarlo en tonterías todas las semanas. En cuestión de unos cinco minutos logro encenderla fácilmente y vertir el jabón en ella.

–¡Vaya Lyssna ya era hora! –exclamé fingiendo frustración.

–Pero que pesado eres Hoseok, no conseguía el encendedor correcto. –dijo con disgusto.

–Oye no te molestes. –dije dando un paso hacia ella, rodeando su cintura desde atrás con mis brazos. –Solo bromeaba... –dije sobre su cuello, debía aprovechar la ocasión.

–Lo siento, es que me altera no poder quitar está simple mancha de tu camiseta, me hace sentir como inútil. –dijo algo tensa.

–No te sientas inútil, es una mancha ruda además creo que fue mi culpa que empeorara. –dije sobando su brazo para conseguir que se estremeciera aunque sea un poco.

Está tan solo sonrió sin decir nada y saco la camiseta de la lavadora, introduciéndola en la secadora, para que estuviese lista, solo hicieron falta unos cinco minutos más.

–¡Listo! –exclamó volteándose rápidamente hacía mi con la camiseta entre sus manos.

–Gracias. –la quite de sus manos sin siquiera apartar la mirada de su rostro.

Joder no podía más, debía besarla y luego disculparme por lo menos.

𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora