Hoseok:
A paso rápido y no muy decidido me dirigí al restaurante en el que se encontraban, tratando de inventar una buena excusa para estar allá, pero desgraciadamente el tiempo no me alcanzó, supongo que tendré que improvisar algo. Al llegar logré verlos levantándose, Lyssna se veía bastante confundida, la verdad jamás había conocido a alguien con tanto temor a tener sexo, era realmente extraño pero viniendo de ella me causaba un alto nivel de ternura.
–¡Hey! –exclamé corriendo hacia ellos.
–Hey. –dijo JK tomando a Lyss de la mano.
–¿Ya se van?
–Si precisamente.
–¿Por qué no se quedan un rato más, eh? –pregunté sin aceptar un no por respuesta mientras lo dirigía nuevamente a la mesa. –¿Ya ordenaron postres? He venido aquí miles de veces, sirven unas malteadas muy buenas ¿Quieren unas?
–No, nosotros... –lo interrumpí.
–¿No les alcanzó el dinero? No hay problema, yo invito.
–Pero... –lo corté nuevamente, su expresión me hizo pensar que tal vez en estos momentos estaba conteniendo unas enormes ganas de golpearme.
–¡MESERO! –grité.
–¿Si? –dijo acercándose.
–Quisiera ordenar tres malteadas.
–Sólo tenemos de vainilla.
–hice una mueca. –Pues entonces tres de vainilla.
–Bien. –dijo anotando el pedido en una especie de libreta. –¿Algo más?
–No por ahora.
–De acuerdo. –este se dió vuelta y yo apoyé cómodamente mis codos en la mesa para observarlos cínicamente.
(...)
–¿Y que tal? –pregunté para romper el hielo.
Había pasado prácticamente una hora, yo tan solo trataba de mantenerlos sentados, ordenando malteadas y hablando de cualquier idiotez que se asomara por mi cabeza, mientras se me ocurría algo para llevarme a Lyss y prepararla un poco más, el ambiente estaba tenso como era de esperarse, algo me decía que era yo el culpable, desde luego.
–Bueno. –dijo JK arrimando su silla y levantándose. –Iré al baño y cuando regrese, nos iremos. –observó a Lyss. –Gracias por las malteadas Hoseok
–No hay de qué.
–¿Ahora qué? –preguntó Lyss luego de que él se fue.
–No tengo idea. –fruncí el ceño.
–¿Qué? ¡Pues piensa algo ya!
–Espera, cálmate... ¿Qué te hace pensar que lo que quiere es precisamente acostarse contigo?
–Pues, él dijo que me llevaría a su casa y que sería divertido, definitivamente estoy perdida es mi fin... –cubrió su rostro con ambas manos.
–Creo que está situación te tiene un poco paranoica. –reí.
–Tal vez, pero solo quiero irme y necesito que me ayudes.
–Bien, tu solo sígueme la corriente y trata de no mentir lo mejor posible. –le dije al notar que su novio venía de vuelta.
–Está bien. –asintió nerviosa.
–Bien Lyss –dijo JK acercándose. –Debemos irnos.
–Hay un problema. –agregué al instante.
–¿Cuál? –preguntó cruzando sus brazos.
–Dolor de estómago, creo que tantas malteadas le hicieron mal. –voltee a observarla.
–Si, no me siento muy bien. –llevó sus manos a su estómago.
–Genial. –exclamó con sarcasmo mientras se sentaba a su lado. –¿Tan mal estás amor?
–La verdad si, tome casi tres de esas malteadas. –hizo una mueca.
–Deberías llevarla a su casa. –dije. –Para que tome algún medicamento o algo así.
–Bien. –se levantó junto a ella. –Te llevaré a casa y supongo que te llamaré luego para ver cómo estás.
–Me parece bien. –sonrió débilmente, era buena fingiendo que algo andaba mal, algo irónico la verdad.
–De acuerdo, yo me iré. –observé mi reloj. –Fue bueno pasar el rato con ustedes. –guiñé y salí de ahí rápidamente, deteniendo mi pasó en la esquina donde Lyss pudiese verme.
Ellos salieron unos minutos después y al notarlos subiendo al auto, comencé a hacer señas para que Lyss pudiera verme y por suerte lo hizo, moviendo los labios y sin parar de hacer señas trate de decirle "Te espero aquí" ella asintió discretamente y de la misma manera me respondió "Estaré en veinte" para luego guiñar su ojo.
(...)
–Wow. –exclamé al verla llegar veinte minutos tarde, yo me encontraba sentado en la acerca desde hace un largo rato, sabía que iba a tardar un poco. –¿Qué ocurrió?
–Su intención no era acostarse conmigo. –dijo sentándose a mi lado. –Había rentado algunas películas. –rio. –Luego de que se fuera me sentí un poco mal por lo que había hecho, pero aquí estoy.
–¿Le preguntaste cuál era su intención?
–¡NO! –exclamó. –Él dijo que pospondría lo de las películas para otro día y ahí pude entender, soy una torpe.
–No lo eres, puede que todo esto te tenga algo alterada... Eso es todo. –encogí ambos hombros. –¿Qué dijo acerca del mal trío que formé entre ustedes? –reí.
–Quería matarte.
–reí. –Pues lo siento, me pediste ayuda, ¿No?
–rió. –Si, lo lamento.
–No hay problema. –dije levantándome. –¡Vamos! –le extendí mi mano.
–¿A dónde?
–A darte lecciones, no queremos que esto pase nuevamente y que esta vez sí sea en serio.
–Tienes razón. –dijo tomando mi mano para ayudarse a levantar. –¿De qué tratará esta?
–Esta no es del todo una lección, pero ven conmigo. –dije tomando su mano para caminar delante de ella una que otras calles, por su rostro pude medir lo confundida que estaba, pero se le pasaría al ver de qué se trata.
–¿Qué es esto? –preguntó al vernos parado frente a un local, ya lo sabrá.
qυιero αclαrαr qυe lα ɴovelα ɴo eѕ мια, eѕ αdαpтαdα, тodoѕ loѕ derecнoѕ α lα αυтorα orιɢιɴαl❤️

ESTÁS LEYENDO
𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)
Hayran Kurgu-No te veo emocionada-reprochó esta -¿Por qué he de estarlo? Es solo sexo... ESTÁS ES UNA ADAPTACIÓN HECHA SIN FINES DE LUCRO, DE FANS PARA FANS. Todo los derechos corresponden a su autora original