ᴘᴀʀᴛᴇ xxᴠɪ

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–Vaya coincidencia ¿Qué estaban haciendo ustedes dos, eh? –preguntó Suga haciendo que observara a Hoseok con los ojos bien abiertos.

–Si claro, es que nosotros pasamos la noche juntos Suga ¿Qué más podría ser? –dijo Hoseok con suma naturalidad, dejando que el sarcasmo se asomara en su tono de voz, supongo que usando psicología inversa.

–Cierto, no tiene mucho sentido. –Kook espetó una sonora carcajada.

–De haber sido así, Hoseok fuera hombre muerto.

–Si... -dijo Kook observándolo sin ninguna expresión en su rostro. –Lo fuera...

El ambiente se tornó tenso por unos minutos y la campana dió su sonido, haciendo que el pequeño grupo se desintegrara.

Entré junto a Hye en el área de comunicación, pues ambas habíamos elegido estudiar carreras un tanto similares, nos situamos en el pequeño salón, podía sentir su mirada sobre mi esperando que llegase a contarle.

–¿Tengo algo en el rostro amiga? –le pregunté al sentarme junto a ella.

–rió. –No te hagas la desentendida ¡Cuéntame qué tal!

–¿Lo de Hoseok?

–No ¿De qué hablas? –dijo con sarcasmo mientras me observaba como si fuese una inadaptada. –¡Por supuesto! A ver asegúralo ¿Es tan bueno como dicen? ¿Cómo fue perder tu virginidad con él? ¿Sentiste mucho dolor? ¿Te gustó? ¿Logro hacerte llegar? Oh oh ¡¿De qué tamaño... –la interrumpí antes de que pudiese terminar esa pregunta.

–Es bueno, joder ¡Es fantástico, fue fantástico! –fue lo único que llegue a decirle, se me hacia incómodo a dar detalles.

–¡Oh mi dios! –cubrió su rostro con ambas manos. –Eres una zorra.

–Lo sé, esto me hace sentir realmente sucia. –cubrí mi rostro con ambas manos en símbolo de frustración.

–Recuerda esto: si te hace bien, es porque sencillamente lo está.

–Eso no es cierto.

–¿Acaso que te haga bien, te hace sentir mal?

–Bien...

–¿Te sientes culpable?

–No tienes idea...

–¿Te arrepientes?

–No, la verdad no.

–Pues entonces está bien.

Hice una mueca no muy convencida de su extraño consejo y fijé mi vista en la clase, los minutos ahí transcurrían lentamente, como si el tiempo se hubiese detenido, pero aquello no afectara en lo absoluto a la mujer amargada que nos dictaba la clase. Luego de unos cuarenta minutos, nuevamente había llegado la hora del descanso, este sólo contaba con unos quince minutos que sabían gloria. Me senté junto a Hye en las gradas a observar la rutinaria partida de fútbol de los chicos, mientras ella gritaba cual desesperada, dándole ánimos a Tae, yo ni siquiera podía concentrarme en el partido al sentir una mirada clavada en mi que no me dejaba en paz, y estaría de más agregar a quien pertenecía esa mirada.

"Oh Hoseok por favor deja de observarme" suplicaba a mis adentros esperando que leyera mi mente, me observaba cada vez que se le presentaba la oportunidad sin disimulo alguno y sin ninguna expresión en su rostro, tan solo me observaba y aquello me ponía los nervios de punta, joder ¿Qué demonios quería?

𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora