𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)

ᴘᴀʀᴛᴇ xᴠɪɪ

ADVERTENCIA:

ESTE CAPÍTULO TIENE CONTENIDO EXPLÍCITO +18. ESTÁ EN TODO TU DERECHO SI QUIERES LEERLO O NO .

–En mi habitación, con las luces apagadas, bajo mis sábanas. –dijo acercándose a mí.

–reí.– Perfecto.

–Luego podríamos darnos juntos una ducha y tal vez... –lo interrumpí.

–Para.

–¿Por qué? Tan solo te estoy contando mis planes. –dijo. –A no ser que te impaciente oírlos... –joder ¿Por qué me hace esto?

–No, solo prefiero que sea una sorpresa. –mentí, oír eso hacía que mis bragas se mojaran.

–Ah. –musitó. –Oye ¿No irás a clases cierto?

–No, ya que. –me encogí de hombros.

–Ven conmigo. –dijo sonriendo ampliamente.

Fui tras él caminando por los pasillos vacíos, subiendo algunas escaleras, hasta llegar al final de otro pasillo totalmente desolado, parando así en un salón de clases.

–¿No se suponía que no sería en un salón de clases? –pregunté mientras entraba.

–Y no lo será. –dijo. –Te traje aquí solo para un pequeño adelanto.

–¿Qué?

Él tan solo sonrió mientras le pasaba el seguro a la puerta y me dirigía hacia el final del aula, acorralándome contra una esquina, cerca del escrito. Yo no pretendía hacerlo en el salón, ¿Y si los de limpieza nos descubren en pleno acto? Y tampoco creo que sea muy cómodo ni emocionante en este lugar.

–Hobi, aquí no.

–Lo sé, lo sé.

–¿Entonces qué haces? ¿Es esto parte de tu lección?

–No, aunque si hace falta.

–¿Qué harás?

Nuevamente no respondió nada en absoluto y rompió cada distancia que existía entre nuestros cuerpos, uniendo sus labios a los míos, no tenía ni la menor idea de lo que haría, no había nada relevante en lo que hacía, tan solo me besaba como si de eso dependiera su vida y no me quejo de ello. Hasta que una de sus manos rodó desde mi cintura hacia mi abdomen torpemente queriendo desabrochar los botones y bajar la bragueta de mi pantalón, y lo consiguió rápido lo cual me impresionó un poco, tal vez pensó que por el simple hecho de que estuviésemos besándonos no lo notaría, pensó mal.

–¿Qué demonios estás haciendo? –pregunté al separarme.

–Veras hermosa. –dijo en mi oído. –Tu lindo cuerpo es totalmente virgen ¿Logras entender?. –dijo como si estuviese explicándole una ecuación algebraica a un niño de ocho años.

–Si Hobi, eso lo sé.

–Bien, por esa misma razón estás algo... Ehm... Apretada. –culminó la oración, colocando una de sus manos en el mismo lugar en el cual hace unos segundos estaba. –Así que... Al hacer esto te ayudará a que no sientas tanto dolor... –susurraba pausadamente para no ser tan directo, aunque de una forma u otra lo estaba haciendo.

–HOSEOK ESTO ES... –fui interrumpida.

–No aceptaré un no por respuesta amor. –dijo. –Pues, tú ya te has familiarizado un poco más anoche si sabes a lo que me refiero... Ahora es mi turno. –sonrió.

–Deja de hablar como si no entendiera que quieres hacer y recuerda que pueden escucharme.

–rió. –No, nadie te escuchará... –dijo introduciendo despacio su mano en mi braga. –Gime bajo y jadea mi nombre justo en mi oído, solo yo podré oírte... –introdujo su mano un poco más. –Y sé que lo harás porque esto va a gustarte. –dijo esto, comenzó a jugar con sus dedos, explorando cada parte de mi feminidad y despacio introdujo uno de ellos haciéndome soltar un ahogado y frágil gemido. –Hazlo... Quiero oírte. –susurró para luego introducir en mi uno más.

–Ah... Hoseok... –jadee arrastrando la "o".

–Oh, genial hermosa... –susurró mientras realizaba pequeños movimientos circulares.

–¡Ah...! –gemí rodeando mejor mis brazos a su cuello.

–¿Te agrada? –preguntó de la misma manera.

–Aja... –asentí.

–Juro que no puedo esperar para entrar en tu precioso cuerpo... –plantó un pequeño beso en mi mejilla mientras lentamente introducía un tercero, haciendo que un cosquilleo un poco más intenso recorriera mi cuerpo, no quería gemir para no ser escuchada en los pasillos, pero claro estaba que el conseguía lograr que lo hiciera al susurrar tales cosas mientras hacía lo que hacía.

–Oh mi dios. –dije entre jadeos. –Ah... Hoseok... Eres...

–¿Si? –aumentó solo un poco más la velocidad de los movimientos.

–Eres... genial... en esto... Ah.

–Gracias hermosa. –besó la comisura de mis labios. –Dime cuando sea suficiente...

–Aun no.

–¿Sigo?

–Si...

–¿Lo hago?. –tan solo quería oírme pedirle que lo hiciera.

–Si... Hoseok... sigue así... sigue así... –dije entre bajos gemidos.

–Joder... Podría venirme con tan solo escucharte. –susurró.

–¡Ah!

Era imposible, totalmente imposible contenerse al tenerlo realizando tal acción mientras susurraba cosas en mi oído. Él continuó de esa manera unos cuantos minutos, aquello me hacía desear que el día pasara lo más rápido posible, la campana sonó justo en ese momento e hice el intento de separarme.

–No me detendré hasta mojar tu braga. –dijo realizando más movimientos con sus dedos.

–Pero...

–Nada, solo... ten en cuenta que, ahora se sentirá mucho mejor cuando entre en ti esta noche.

–Oh dios...

–sonrió. –No quisiera esperar para poder estrenar tu lindo cuerpo...

–Ah... Hoseok

–Haces que mi nombre suene tan bien...

–solté una pequeña risa. –Hos... Hoseok.

–Eres encantadora.

Y luego de unos minutos, logro conseguir lo que quería, deteniendo su paso pero, sin sacar su mano de mi braga dijo:

–Ahora estás mojada y solo para mí.

Le dedique una sonrisa y plante un pequeño beso en su mejilla.

–Saldré antes para que nadie sospeche. –tomé su mano y la coloque en donde debería estar, fuera de mi braga.

–De acuerdo. –besó mis labios rápidamente.

Ahora sólo debía salir del salón sin que nadie lograra verme, pues no tenía excusa alguna para estar ahí.