𝕄𝕪 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕟𝕖𝕣 | JHS (Adaptación)

ᴘᴀʀᴛᴇ xxxɪx

LYSSNA:

Me senté sobre mi piernas y miré el rostro de la ojiazul que me observaba con intriga.

–¿Y? –preguntó sonriente.

–¿Qué? –pregunté colocando una almohada sobre mi regazo.

No habían pasado treinta minutos de haber llegado a mi departamento "que por cierto no hizo explosión ni nada de eso debido a la fuga" y Hye ya estaba tocando mi puerta.

–Hoseok... –dijo.

–¿Qué quieres que te... –fui interrumpida.

–Maldición Lyssna ¿Follaron o no? –preguntó.

–Pues... –fui interrumpida.

–¡Habla de una vez!

–Si, follamos. –asentí avergonzada, pero ¿Qué más da? Ella es Hye.

–¡Joder! –exclamó. –¿Y te dijo que te amaba?

–No, no lo dijo.

–¿Pero mostró señales? –preguntó. –Si no lo hizo juro que lo pararé frente a ti un día de estos y haré que lo diga.

–Pues algo así, digamos que si mostró señales de interés.

–¡Lo sabía! –dijo. –¿Puedo preguntarte algo?

–Claro. –asentí ya viniendo venir cuál era su pregunta.

–¿Él te atrae o algo así? –me detuvo antes de que pudiese responder. –Si llegas a decirme que no juro por dios que te mataré.

–La verdad es que... ¡Al demonio desde luego que lo hace! –cubrí mi rostro.

–¡Woooohoooo! –exclamó.

–Pero hay un problema...

–¿Cuál? –cruzó sus brazos frente a su pecho.

–Tengo novio, se llama Kook.

–Simple ¿A cuál de los dos prefieres?

–¿Estás loca? ¿Crees que lo dejaré y me iré con Hoseok?

–O bien puedes bajar de la nube a Hoseok e irte de nuevo junto a Kook. –levantó una ceja.

–¡No! –exclamé. –Las cosas no son así.

–¿Entonces cómo son?

–¡Joder no lo sé! –exclamé. –Lo único que sé es que soy una zorra al hacer esto.

–Vale no seas tan dura contigo misma, esto no empezó con las intenciones de ser una zorra y de engañar a Kook, estabas desesperada y Hoseok jugó mejor de lo que te esperabas, eso es todo.

–Trata de aparecer en mi cabeza y decirme eso cuando Kook pase por mi esta tarde y una voz en mi mente me grite lo perra que soy.

–No te preocupes, sólo relájate.

Sonreí ante su "ayuda" tratando de despejar mi mente de sentimiento de culpa, lo sé, soy un completo desastre al hacerlo y luego lamentarme, pero soy de conciencia culpable, no puedo ignorarlo.

(...)

–Media hora. –exclamé corriendo de un lado a otro por mi habitación en busca de esos malditos aretes.

–Cálmate. –dijo Hye desde el sofá.

–¿Cómo puedes pedirme calma si los mentados aretes no aparecen en ningún lado?

–Tranquila, con aretes o sin aretes te verás linda.

–Kook me regaló esos aretes, debería usarlos.