Avispa del pasado [TMNT 2012 Y ROTTMNT]

|1|

Fecha: 2018
Ubicación: Tejados de Nueva York
Fecha y hora: 18/09, 13:42 PM

—KAWABONGA!— Las 4 tortugas hermanas se desplazaban ágilmente por los tejados de la bulliciosa ciudad de Nueva York, poniendo a prueba sus nuevas habilidades y armas místicas mientras patinaban a alta velocidad con destreza para evitar ser detectados por los transeúntes durante el día, aunque realmente aquello no les importaba, ya que la mencionada ciudad podrían ver las cosas mas terrorificas o estúpidas por la calle y no tomarían en cuenta sus presencias.

Era una vida emocionante llena de aventuras para estos jóvenes adolescentes de origen desconocido y difícil de obtener. No tenían preocupaciones acerca de asistir a una escuela o tener tareas como los adolescentes normales; en su lugar, tenían deberes más grandes como ser superhéroes.
Donatello, a quien llamaremos Don, fue el primero en detenerse en su patineta personalizada, sintiendo la necesidad de realizar algunos ajustes en su preciado invento y medio de transporte. Mientras tanto, sus hermanos continuaban jugando en los alrededores para mantenerse cerca de su hermano de morado.

—Tengan cuidado, chicos. Rapha podría caer encima de ustedes— Advirtió la tortuga con antifaz rojo en tercera persona, aunque su velocidad aparente era alta, en realidad se movía lentamente cuando pasaba al lado de sus hermanos, para evitar tropezar y lastimar a uno de ellos —Tranquilos, Big Bro, estaremos bien. Además, deberías relajarte. Sigues siendo el líder, y un líder conlleva mucha responsabilidad en sus hombros—

La tortuga con marcas rojas apodada Leo respondió con cierto tono humorístico, captando la atención de sus hermanos casi al instante, quienes se detuvieron casi de inmediato al escucharlo.

—¿...Acaso dije algo malo?—

Era evidente la mirada molesta y crítica de su gemelo Don, mientras que su hermano de cinta naranja, apodado Mikey, lo miraba con dudas y pensativo ante lo dicho —Disculpa, Leonardo, pero no deberías jugar con el título de líder. Rapha ha hecho mucho por nosotros protegiéndonos y aún así te burlas de lo que se ha ganado. Además, el doble sentido de tu chiste es muy ofensivo. ¿No piensas antes de actuar?— La voz molesta de la tortuga morada era clara, lo que hizo que Leonardo bajara la mirada casi de inmediato como un niño pequeño regañado.

Un largo e incómodo silencio se apoderó del grupo, causando que tanto Mike como Rapha se miraran preocupados por la situación generada por un mal chiste de Leo.

—Vamos a la guarida. Hemos pasado mucho tiempo fuera. Es hora de descansar, equipo— Dijo el hermano mayor de los cuatro presentes, quienes tenían distintas expresiones en ese momento. Michael mostraba inquietud en busca de un tema de conversación diferente, Don fruncía el ceño mirando aún molesto a su gemelo, y Leonardo se sentía apenado sin mirar a ninguno de ellos. Cada tortuga recogió sus pertenencias y se fueron, solo que tres de ellos se movieron a alta velocidad, mientras que el último se desplazaba con lentitud.

—Muy bien, 'Nardo. ¿Por qué hablas sin pensar? Don tiene razón, además, acabas de enojarte con él— La molestia de la tortuga azulada se veía eclipsada por la tristeza que sentía en su interior. Las palabras de Don siempre mostraban una verdad cruda que no podía negar, aunque tratara de hacerlo. Siempre sus hermanos tenían razón —Debes cambiar, Leonardo, por el bien de tus hermanos—

Decidido, Leonardo aumentó su velocidad y corrió con todas sus fuerzas para alcanzar a sus hermanos, que ya se habían alejado de su posición.

□●□●□

Hora: 23:51 PM

En un lugar de New Jersey, un misterioso insecto volador apareció entre unos objetos abandonados, irradiando una luz deslumbrante. El animal parecía buscar un lugar para descansar, ya que la velocidad de sus alas estaba disminuyendo. No le llevó mucho tiempo en encontrar refugio en un edificio abandonado cercano.

A si que, con sus últimas fuerzas, el insecto se adentró en el edificio y se posó en una de las estructuras, donde esperó, y esperó, y esperó durante varias semanas. Durante ese tiempo, se alimentó, creció y se desarrolló en una gran avispa.

Solo le quedaba buscar nuevos huéspedes.

□●□●□

Hora: 10:28 AM

Las pequeñas aventuras y batallas de las tortugas hermanas parecían volverse cada vez más escasas y menos frecuentes, lo que llamó la atención tanto de la tortuga con katana como de los demás hermanos —¿No les parece extraño que no hayan tantos problemas? Tal vez Draxum tiene algo que ver—

—Una acusación sin precedentes no nos hará salir hoy, 'Nardo— respondió, ya irritado por la insistencia de su gemelo de cinta azul, quien desde hace un tiempo, acusaba a Draxum de la desaparición de los enemigos y las pocas batallas que habían —Y si eso fuera cierto, al menos nos ha dado tiempo para poder descansar descentemente. A diferencia de ti, que nos pides trabajar las 24 horas del día. Te comportas como Rapha cuando está ansioso, por Dios—

La tensión entre ambos hermanos habia aumentado bastante desde la pelea que habían tenido hace unas semanas por el tema del liderazgo. Leonardo buscaba la forma de hacer que Don dejara de estar molesto con él, pero parecía que cada intento que probaba no lograba nada y empeoraba la situación.

—¿Por qué no investigas o algo así? Si sospechas tanto de Draxum, ve y búscalo. Eso es lo tuyo, ¿no?— dijo Don, derramando el vaso para la tortuga azul. Sentía incomodidad en su interior, algo que nunca admitiría debido a su orgullo. En silencio, manteniendo su dignidad y honor, tomó su arma mística y creó un portal por el cual cruzó y cerró casi al instante.

Don, quien observaba cómo se fue por el portal, suspiró para sí mismo.
Sus hermanos no estaban presentes y su padre tampoco. No tenía de qué preocuparse por el momento. Conocía a su gemelo como la palma de su mano, sus movimientos, sus pensamientos en cada misión, todo. Pronto volvería con las manos vacías, murmurando entre dientes que tenía razón.

Pasaron los minutos y regresaron el hermano mayor y el menor de la familia, llevando bolsas de comida en sus manos.

—Hola, Don. ¿Dónde está Leonardo?— preguntó Mikey ya desde la cocina, mientras dejaba las compras en la mesa que compartian. —Oh, salió a investigar, nada fuera de lo normal— respondió Don.

Mikey no hizo más preguntas y luego de que haya dejado las compras en la cocina, se acomodó en el sofá con un pequeño bostezo. Rapha se dirigió al lugar donde normalmente entrenaban, dejando pasar el hecho de que su hermano azul había salido.