En el laboratorio, un ambiente cargado de tensión envolvía a los dos hermanos tortugas, donde Raphael, al ser el hermano sin mucho conocimiento ante las tecnologías y el método que normalmente usaba Donnie, su hermano con un cerebro ingenioso, se abstenía a tocar cualquier cosa que era importante para su contrario.
El tiempo se volvía un bien preciado en aquellos momentos críticos en la cual estaban sumergidos. Siendo solo el laboratorio su refugio tras una puerta resguardada por una amalgama de objetos duros, donde tanto el genio como el grandulón, confiaba en la resistencia del improvisado escudo, deseando internamente que sus hermanos y hermana no irrumpieran en el laboratorio de manera inoportuna.
La atmósfera dentro estaba impregnada de un silencio casi palpable, donde el silencio era lo mas preciado del momento, a la vez que debían mantenerlo a toda costa.
Cada uno era consciente de la gravedad de la situación, y cualquier ruido podía comprometer la seguridad de ambos.
El laboratorio, lleno de una alta tecnología hecha completamente a mano, se iluminaba con destellos de pantallas y luces con una baja intensidad. Donde Donnie, inmerso en sus experimentos, se sentía frustrado por la tardanza en alcanzar una solución. Aunque contaba con toda la tecnología a su disposición, la complejidad del problema desafiaba incluso la destreza del genio de las tortugas. —Vamos...—
Raphael, mostraba su impotencia en ayudar a su hermano con pequeños gruñidos y movimientos inquietos. La presión del tiempo pesaba sobre ellos, y cada segundo que transcurría sin avances incrementaba la ansiedad en la habitación.
—Esto es tardado— Termino respondiendo, ansioso del porque tardaba algo tan importante como seria una cura para sus otros hermanos —Lo se...!— Mientras los resultados comenzaban a salir lentamente en la pantalla, Donnie se sumía en una vorágine de cálculos y análisis.
El eco frustrado de Donnie resonó en el laboratorio, impregnado de luces parpadeantes y la frenética actividad de sus experimentos. —¡Ugh! ¿Por qué esto está tardando tanto? Dejé toda mi tecnología más eficiente y rápida para analizar estas muestras, ¡y aún no obtenemos resultados!— exclamó Donnie con evidente molestia. Antes de que su queja pudiera continuar, la mano de Raphael cubrió su boca en un gesto instintivo al escuchar sonidos sospechosos provenientes del exterior de la habitación.
Después de unos momentos de tensa escucha, Raphael retiró la mano de la boca de Donnie, quien le lanzó una mirada irritada. —¿Qué...?— murmuró el mayor en un susurro. —Nada, solo... esto es estresante. Mi tecnología está más lenta de lo común. Muy lenta, la verdad— confesó Donnie, dejando escapar una bocanada de aire frustrado.
—Quizás sea como la impresora—, sugirió Rapha, con una expresión confundida. Recordó una ocasión en la que Mikey, ansioso por imprimir unos dibujos para colorear, terminó estresando la impresora debido a su impaciencia. —Va más lento si estamos estresados— añadió, tratando de encontrar una explicación lógica para la ralentización de la tecnología de Donnie.
Donnie frunció el ceño, considerando la posibilidad de que Rapha tuviera razón. La idea de que el estrés afectara a la tecnología le resultaba intrigante. —Puede ser— admitió Donnie, volviendo su atención a las muestras y tratando de calmarse. —Tal vez necesitamos un enfoque más relajado para que mi tecnología funcione correctamente.—
Raphael asintió, entendiendo la importancia de mantener la calma en medio de la crisis. La situación era crítica.
Mientras tanto, fuera del laboratorio, Leonardo, Michelangelo y April se aventuraban por las vastas alcantarillas de Nueva York en busca de sus hermanos desaparecidos. La tarea resultaba titánica, ya que las alcantarillas, al ser tan extensas y atravesar toda la ciudad, ofrecían un laberinto casi infinito para la búsqueda.
—¿Dónde estarán...?— murmuró Leo, frunciendo el ceño mientras avanzaban entre las oscuras y húmedas galerías subterráneas. La frustracion se reflejaba en sus ojos.
—Descuida, hermano. Tengo una idea de dónde pueden estar— comentó Michelangelo con una sonrisa que se amplió aún más al dirigir su mirada hacia April, la única humana presente en la búsqueda. —¿Los encontraste?— preguntó con esperanza.
—Oh, claro que sí— respondió April mientras sacaba de su espalda la espada de Leonardo y el arma característica de Michelangelo. Entregó las armas a ambos hermanos, quienes las recibieron con gratitud y determinación. —Muy bien, acabemos con esto y unamos a nuestros hermanos— dijo Leo, enfocándose en el objetivo mientras el grupo continuaba su búsqueda en las alcantarillas.
Mientras tanto, dentro del laboratorio, la tensión alcanzaba su punto álgido. Donatello, tras enfrentar la lentitud de su tecnología, finalmente estaba a punto de revelar la respuesta tan anhelada cura. El resultado de sus esfuerzos estaba a punto de revelarse, y la esperanza se apoderaba de la habitación mientras todos aguardaban el desenlace.
Pero todo lo bueno siempre tiene su final.
En medio de la habitación, una luz brillante iluminó el espacio, revelando la presencia de un portal de color celeste con tonalidades azules, característico de los portales creados por su hermano de la bandana azulada.
Raphael y Donatello quedaron momentáneamente en estado de shock al reconocer la naturaleza del portal. La gravedad de la situación se hizo palpable cuando Donnie, con determinación, habló: —Raph, quiero pedirte un favor grande.— Sacó su Bo, mostrando la seriedad de su solicitud. —Lleva la información y sal de las alcantarillas. Busca un lugar a salvo. Iré después de ti.—
—No, ¡no te dejaré solo!— exclamó Rapha, mostrando su preocupación por lo que su hermano estaba a punto de hacer. —¡No hay tiempo! ¡Vete ya!— insistió Donnie, consciente de la urgencia de la situación.
La reacción de ambos fue rápida, justo cuando una gran bola de fuego atravesó con rapidez el portal, casi alcanzándolos a ambos. Gracias a sus reflejos, lograron esquivar el peligro inminente. Donatello, en un gesto apresurado, sacó un disco duro y se lo entregó a su hermano con uno de sus guantes tecnológicos de talla estándar. —¡Ve! ¡Ganare tiempo!— instó, urgente.
Raphael sostuvo el disco duro con firmeza sin romperlo, mirando a su hermano con preocupación. Sin más palabras, asintió y comenzó a sacar los pedazos de metal que estaban en la única puerta. Mientras el genio sacaba con su arma tecnológica sus preciadas armas.
La oscuridad de afuera lo envolvió, y en un parpadeo, desapareció del laboratorio, llevando consigo la valiosa información y dejando a Donnie solo.
—Bien, queridos hermanitos... ¡Vengan a mi!— concluyó, observando cómo sus tres hermanos entraban a través de aquel portal con aquellos ojos de color negro y una especie de baba cayendo de su boca.
ESTÁS LEYENDO
Avispa del pasado [TMNT 2012 Y ROTTMNT]
Hayran KurguLuego que nuestras tortugas del 2012 hubieran acabado con la plaga que han causado las grandes avispas Parasitica, pudieron relajarse de no ser nuevamente infectados, pero no tuvieron la suerte que una de las avispas estaba rondando en su alcantaril...