Avispa del pasado [TMNT 2012 Y ROTTMNT]

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Año: 2012
Ubicación: Guarida
Fecha y hora: 09/10, 23:40

En el universo de 2012, nuestras tres tortugas, Leonardo, Michelangelo y Raphael, estaban explorando cada rincón de la ciudad de Nueva York, observando hasta el más mínimo detalle que encontraban. Sabiendo los experimentos de Donatello, cualquier descuido podría causar problemas en la ciudad, aunque en este caso no se trataba solo de herramientas perdidas, sino algo más serio.

—¡Llevamos horas recorriendo la ciudad, tío! ¿Donnie aún no ha encontrado nada en su computadora?— Exclamó Michelangelo, cansado de saltar, esconderse y examinar todo con detalle minucioso —No tienes paciencia. Imagina si te hubiera tocado a ti investigar en una computadora llena de números y dígitos, y además en el idioma de Krang— La respuesta de Leo hizo que el pobre chico reflexionara y se quedara sin palabras —Eso es lo que pensaba—

—¿Podrían callarse? Cuanto más rápido terminemos de investigar, más rápido podremos irnos a casa— habló Rafael, ya molesto. No solo estaba agotado de saltar, mirar y dirigirse en otra dirección a investigar, sino que también estaba frustrado con el genio que no había cuidado sus dispositivos y que, debido a sus extraños experimentos, ahora todos tenían problemas.

Las discusiones entre el líder de azul y el enojado de la tortuga de rojo no se limitaron solo a eso, sino que también discutieron sobre la serie que Leonardo estaba obsesionado con molestar a Raph, así como el manejo inadecuado de la ira de Rafael en las peleas y misiones. Todo esto fue presenciado por el de naranja, que se sentía incómodo y esperaba que la pelea terminara.

Por otro lado, en las alcantarillas, el genio estresado estaba en su laboratorio buscando respuestas sobre las coordenadas de su gran artefacto y su experimento accidental. Aún desconocía el paradero de la avispa e incluso de sus herramientas.

—¡¿Dónde están?!— Para mostrar su frustración por su fallida investigación, se levantó y arrojó una pila de hojas que tenía cerca, donde había registrado la actividad de Krang y posibles pistas sobre el paradero de la avispa perdida —¡Esto es tan inútil como este palo!— Gritó mientras lanzaba su bō afuera del laboratorio, sin percatarse de que el Maestro Splinter se acercaba.

Con la velocidad de su maestro, no logró golpearlo ni rozarlo con su arma, y al reaccionar, solo se disculpó rápidamente unas 70 veces y volvió al interior, seguido segundos después por la rata.

—Hey, hijo mío, ¿qué pasa?— Preguntó la rata, permitiendo que la mirada del chico cayera sobre él con un claro rostro de "¿has perdido la memoria o simplemente estás loco, sensei?", aunque no dijo nada al respecto —No he logrado nada, sensei. Krang tiene ubicaciones exactas de experimentos similares que podrían estar activos en este momento y haber hecho que la avispa terminara en esos lugares, pero ninguna de las coordenadas y horarios coinciden, y no hay rastros de energía Krang o de sus portales en las últimas horas—

Terminó gritando al final, pero fue interrumpido rápidamente por un golpe en la cabeza con su propio bastón, que ahora estaba en manos de Splinter.

—Donatello, debes relajar tu actitud. Con ese pesimismo no lograrás nada— habló autoritariamente el maestro, dejando al genio en silencio —Piensa un poco, si no está en la ciudad ni en otro lugar lejano, ¿qué se te viene a la mente?—

El de bandana morada esperó unos segundos hasta que algo cruzó su mente, tomó una hoja en blanco y trazó un pequeño concepto con dibujos rápidos en su color favorito, el morado.

La rata no sabía exactamente qué estaba haciendo su hijo, pero lo dejó continuar mientras observaba el desastre causado por su ira. Pronto le reprendería para que ordenara todo.

—Si consideramos la capacidad de las partículas subatómicas presentes en un organismo para separarse de manera instantánea en términos de tiempo y espacio, existe una posibilidad plausible de que hayan superado los límites temporales y espaciales, generando una fractura interdimensional o incluso un cruce entre líneas paralelas dentro de nuestro propio mundo— El chico rápidamente garabateó líneas casi intangibles de leer en el papel que tenía en sus manos, lo cual dejó al maestro consternado e intrigado al mismo tiempo. Asintió con la cabeza para que el chico continuara.

El cerebro del lugar se dirigió a una zona donde se podían ver cientos de líquidos de distintos colores y tubos delgados que parecían ser de experimentos químicos.

—Si consideramos la posibilidad de una hipotética separación líquido a líquido en el caso de una herida mínima en la avispa ¡Resultaría factible determinar su ubicación a través del análisis de una muestra de sangre extraída!— Saltó de alegría mientras mezclaba algunos líquidos extraños que complementaban su explicación, separando un líquido negro de uno celeste —Hijo mío, ¿estás seguro de que esto es posible?— —Claro, sensei. Incluso creo que la sangre de otras avispas tiene la misma composición que la que ha desaparecido—

El chico corrió a ver si había rastros de sangre de las otras avispas, dejando al maestro en el laboratorio.

—Espero que, donde sea que esté esa avispa, no haya causado daño a nadie más en este mundo o en otro—

Después de unos segundos, la tortuga regresó con una pequeña muestra de sangre que, a su parecer, era lo suficientemente grande como para analizarla y encontrar a la misteriosa avispa.

Pasaron minutos y minutos procesando la muestra hasta lograr lo que el genio deseaba: que la sangre mostrara una conexión con la otra avispa. Extrañamente, sucedió, y ni siquiera él podía creerlo.

—¡Tenemos que llamar a los chicos! ¡Tenemos el paradero de la avispa!— El chico sonrió satisfecho y salió casi corriendo a buscar su comunicador —Sabía que lo lograrías, Donatello—