XIII

746 79 48
                                    

-Isabella, espera-escuche y me detuve aún dándole la espalda.

💌Continuación💌

—¿Si?—lo mire.

Algo muy en el fondo tenia la esperanza de que él se disculpara y me diría el por qué de su actitud..

—La próxima vez, no entres sin mi permiso—dicho eso me dio la espalda y se dirigió al baño.

Este entró y dejó la llave del lado de afuera. Y mis impulsos se vieron expuestos, agarre la llave y lo Encerré. Vi que Miguel intento abrir, algo que claramente no logro, una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro.

—Ábreme! Isabella abre ahora mismo!—grito. Creo que esta enojado.

—No hasta que te disculpes, no me vas a tratar como se te de la gana, imbecil—dije sentándome en la cama.

—Isabella abre ahora mismo la puerta! Tengo una cita importante, necesito salir—grito nuevamente.

—Ay, a mi no me importa lo que tengas hoy, te disculpas o no salís, simple—dije sonriendo mientras miraba las llaves.

—Ni estando loco me disculpo contigo—contestó.

—Bueno, creo que me voy a tener que quedar toda la noche acá. Y vos toda la noche en el baño, que lastima—dije en un tono burlon.

Sé formo un silencio que daba miedo, miré algo curiosa por la puerta y me aleje rápidamente al escuchar la voz de Miguel.

—Está bien, me voy a discúlpar—dijo y sonreí—Pero primero, abre la puerta.

Lo pensé unos segundos,cerré con llave la puerta de la habitación.. Ya que no confiaba mucho en el y  abrí la puerta del baño,este salio corriendo hacia la puerta y me le quede mirando. En el momento en que se dio cuenta de que estaba cerrado con llave, dio media vuelta y me miró.

—Dame las llaves—dijo acercándose.

—Disculpate—dije alejándome.

—No—contestó.

—¿Ah no?—pregunte y metí las llaves dentro de mi remera.—¿Ahora que vas a hacer? Disculpate—dije .

—Te dije que ni estando loco—subio un poco la manga de su brazo derecho y se acerco a mi,con la intención de sacar la llave.

Entre en pánico y le di rodillazo.. Ahí abajo, me le quede mirando un rato mientras este se quedaba sin aire apretando un poco su zona. Nadie lo manda a enfrentarme.

—¿Qué te pasa? ¿Estas demente?—pregunto gritando.

—Vos me provocaste—dije y este estaba rojo.

—Eres una estúpida—dijo retorciéndose en el suelo.

—¿Si? Y vos sos un pelotudo que no se da cuenta de las cosas!—grite enojada. Había llegado a mi limite,el rodillazo no había sido suficiente.

—¿Darme cuenta de las cosas? De lo único que me he dado cuenta es de lo mal que me caes—dijo levantándose.—Eres una piedra en mi zapato que siempre esta molestando y molestando. Me irritas, siento ganas de correr y no verte cuándo estás cerca—comento mirandome.—¿Sabes que es lo que quiero?

—Pero Miguel, Martina..—me interrumpió.

—No quiero que te acerques a mi, ni siquiera a preguntarme algo, si? Ahora vete de mi cuarto—dijo.

—Bueno, si tanto te gusta que te tomen de pelotudo, esta bien, te dejo. Pero cuando abras los ojos y te des cuenta de lo que te están haciendo, te quiero ver, eh—dije molesta y saque la llave con la intención de abrir la puerta.

Pendeja jodida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora