XVIII

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-Hijo de puta-murmure.

💌Continuación💌

—Me podrías decir por qué estas tan pensativa? —preguntó papá mientras almorzabamos.

Lo mire dudando si contarle, de ser mi mejor amigo paso a ser un enemigo más y no quiero hacerle más quilombo por lo que me negué y seguí almorzando.

—¿Por qué no le cuentas a papá?—comentó alessio

Este  me miró sonriente, una sonrisa que no había visto hace tiempo. Hasta podría decir que me causaba escalofríos.

—¿Decirle que?—lo mire—¿Qué me andas amenazando?

—¿Amenazando? ¿Yo?—río—No seas caradura  isabella

—Vos no seas caradura, estúpido

—Isabella, no empecés a insultar—me reto susana.

—Vos cerra el..—

Mi padre me miraba como si estuviese por matarme, por lo que opte por quedarme callada, Alessio tenia una sonrisa burlona en su cara. Ya se le va a ir la sonrisita cuándo le muestre las fotos de Martina con Brady.

[°°°°]

—No, no puedo

—Anda isabella, sé que puedes, no haces nada más que dormir, anda!—suplico.

—No quiero Matthew, tengo cosas más importantes que hacer que jugar a roblox con vos, además, ¿Por qué no se lo pedis a Alessio? El estaría encantado—suspire mirándolo.

—Alessio ya no me habla, antes era divertido estar con él, ahora solo se la pasa quejándose y diciendo "Que voy a hacer"—se encogió de hombros.

—¿Qué voy a hacer?—pregunte confusa y este asintió—Que raro

—¿Jugarás o no?

—No, Matt!—grite exaltada—Perdón Matthew, no fue mi intención gritarte

—No te preocupes, entiendo que no quieras estar conmigo—murmuró, bajando su cabeza.

—Matt, espera—puse los ojos en blanco—Puedo llevarte con alguien que quiera jugar con vos

—¿Si?¿Quien?—pregunto emocionado.

—Un amigo, veni—agarre su mano.

Caminamos hasta la cancha de tenis, ansiaba que estuviera ahí, por que si no, no sabría que hacer con Matthew,ademas de que quería verlo.

—¡Mason!—grite.

Lo mire y estaba con una chica, muy bonita, tenía una hermosa sonrisa y al parecer Mason pensaba lo mismo, se veía que se conocían desde antes ya que se miraban con ternura. Me les quede mirando un rato, hasta que salí de mi burbuja por la voz de Matthew.

—¿El rubiecito va a venir o se va a quedar ahí?—pregunto agarrando mi brazo.

—No, veni. Al parecer él está muy ocupado

Dimos media vuelta dispuestos a irnos, no teníamos nada que hacer ahí, mejor dejaba que Mason disfrutará con la hermosa chica que estaba jugando tenis. Lo acepto, llegué tarde, ya no hay nada más que hacer.

Pendeja jodida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora