Eres una chica normal, le va bien en la vida, tienes amigos, todo en si está bien contigo. Aunque no todo era perfecto, tenías una vida placentera.
Un chico el cual era misterioso y con una madre sobreprotectora por alguna razón, no iba a la escuela...
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Tu sonrisa no se iba, y eso le estaba irritado de alguna forma.
¿Tan lindo era ese peliazul? Pues el mismo pensaba que era mejor en todos lo sentidos. Era mejor que el Kamisato mayor, lo aseguraba.
- ¿En serio? ¡Suena maravilloso estar en ese lugar!- dijiste emocionada por lo que te contaba.
Ayato solo sonreía a tu comentario.
Kunikuzushi se arrepentía de haberte dicho quien era ese tipo. Cuando le contaste lo que había pasado ese día él mismo te lo presento. Pero ahora lo consideraba un estorbo.
Los dos seguían platicando siendo escuchados por Kunikuzushi, el cual se encontraba desesperado. No le gustaba la idea de que desde que te lo presento, ahora siempre tomaba los descansos con ustedes.
Lo peor no era eso, sino que llevaba alrededor de dos semanas haciendo lo mismo, literalmente salen en descanso y Ayato ya te está esperando. Siempre te estaba cortejando frente su propia cara.
-"Yo soy mejor... siempre lo seré."- pensaba Kunikuzushi y si se trataba de competir, claro que lo haría.
Mientras tanto Ayato y tú aún se encontraban platicando, fue entonces que Kunikuzushi explotó. Fue gracias a un comentario tuyo que pasó todo eso, y aparte se fue en contra del Kamisato sin pudor alguno.
- Tu novia a de ser muy afortunada de tenerte, después de todo eres un gran hombre.
Por lo tanto Ayato soltó una pequeña risa.
- Verás _____, no soy muy popular entre las chicas por aquí.- dijo mientras jugaba con sus dedos.
Por alguna razón la mirada de Kunikuzushi no ayudaba de mucho en la situación, de alguna manera lo hacía sentir... amenazado.
- Las dejas esperando y no les haces caso, ¿qué esperabas? solo digo, ya que te la pasas contándole a _____ tus viajes, quizás solo las utilizas para cuando no estás ocupado y tienes estrés acumulado.
- ¡Kunikuzushi! - le gritas para que se detenga.
- Sabes...¿no quieres a _____ para eso, verdad? porque siempre que hablas con ella tus intenciones parecen otras...también puede que no tengas a nadie porque eres homosexual.
- ¡Ey, Kunikuzushi! ¡No está bien lo que dices!
- Solo estoy diciendo lo que pienso, un humano es libre de decir lo que piensa ¿no?
Ayato solo lo miraba. Ni mal, ni bien, parecía llevar todos los insultos del otro con neutralidad.
- Tranquila _____, está bien.
- P-Pero...
- No pasa nada - dice mientras se levanta de la silla en la que se encontraba sentado - De todos modos tengo cosas que hacer, así que ya me iba.
