𝑪𝑨𝑷Í𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑿𝑽𝑰𝑰𝑰

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"Me lastimas tanto, mi amor."

Los días habían pasado tan rápido aquellos días, toda la semana te la habías pasado viendolo después de clases, junto a Kunikuzushi, otras veces junto con su hermana, no importaba mucho, solo que ibas a visitarlo al igual que muchos conocidos de él

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Los días habían pasado tan rápido aquellos días, toda la semana te la habías pasado viendolo después de clases, junto a Kunikuzushi, otras veces junto con su hermana, no importaba mucho, solo que ibas a visitarlo al igual que muchos conocidos de él.

El doctor les había dicho que se encontraba peor, que en los últimos días había recaído. Al menos ya podía hablar más, pero muy poco.

Te encontrabas sentada a lado de su camilla.

- Espero que puedas regresar pronto. Al parecer tus compañeros de salón te extrañan también. Normalmente me preguntan sobre ti.

Sonrió a por lo dicho aunque sabía que quizás solo se interesaban por su dinero algunos de ellos.

- Bueno.... después de todo eres importante para muchos, igual tú hermana está preocupada por ti.

- Ya veo...¿Y tú? ¿Qué tanto me extrañas? - pregunto por escrito.

- Y-yo...bueno, me preocupo por ti, sino no estaría aquí contigo.

Soltó una risa muy leve.

Le sonríes, de alguna forma te gustaba estar con él.

- Sabes _____, te debo decir que me siento peor que antes. No creo salir de aquí...creo que nunca.- escribió en una notita, ya que aún le dolía la garganta.

- No digas eso, ya saldrás... ¿pero por qué has recaído?

Ayato levantó sus hombros en forma de decir que no sabe, aunque la realidad era otra. Se quedaron en silencio después de hablar de eso.

- ¿Que día es hoy, _____? - pregunto Ayato otra vez en una nota.

- Viernes...¿por qué preguntas eso?

Ayato sacudió su cabeza indicando que no importaba.

Ya empezaba a oscurecer. Hoy era su último aliento, algo se lo decía. Se sentía peor que antes, aún más enfermo.

Revisó el reloj, aunque ya se estaba haciendo de noche aún era temprano. Pero ya casi acababa el tiempo de visitas.

- Kunikuzushi está afuera esperándome...¿quieres que lo llame?

Ayato sacudió la cabeza indicando que no lo hicieras. En cambio recibes una orden, muy baja pero audible.

- Acércate. - ordenó Ayato y claro tú le obedeces.

- No deberías hablar si te duele...

Con su mano jaló de tu playera hacia él, acercandote aún más.

- Necesito que escuches bien esto...

Tú no sabías que era este gran acto de él, pero solo escuchaste lo que tenía que decir.

𝑺𝒐𝒏𝒓í𝒆 - (ꜱᴄᴀʀᴀᴍᴏᴜᴄʜᴇ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora