Eres una chica normal, le va bien en la vida, tienes amigos, todo en si está bien contigo. Aunque no todo era perfecto, tenías una vida placentera.
Un chico el cual era misterioso y con una madre sobreprotectora por alguna razón, no iba a la escuela...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No tenía como defenderse, realmente le dolía todo el cuerpo.
En cambio tu no sabías que hacer, si detener a Ajax o defender a Kunikuzushi. No querías acabar de la misma forma que tú amigo, pero te sentías culpable, pues fue por ti que ahora pasaba esa escena frente a tus ojos.
Unos minutos después Kunikuzushi cayó al piso, con muchas marcas de golpes que bien se podían notar.
. . . . .
Y así es cómo regresamos a la actualidad.
—Ven, aquí estoy...Ajax.— fueron la palabras pronunciadas por él.
Sin duda alguna el jóven pelirrojo trato de volverlo a golpear, pero Kunikuzushi apenas y lo esquivo una vez más.
Tenía que admitir que no tenía condición física, apenas y podía dar una vuelta corriendo por la cancha, todo lo contrario a Ajax, pues podía observar que su cuerpo estaba muy cuidado.
Kunikuzushi trató de buscarte con la mirada mientras esquivaba y corría de Ajax en ese mini círculo en el que se encontraban.
Pero no había vista de tu figura entre el público, realmente el jóven no quería que te pasará nada.
—¡Deja de correr y enfrentame!
Kunikuzushi sin hacer caso a lo dicho siguió huyendo, esto no era justo y el público lo sabía.
—¡No es justo, el enano no tiene fuerzas!— gritó alguien.
Para Kunikuzushi no era la mejor forma de decirlo pero funcionaba. Realmente si quería ganarle a Ajax, tenía que ser más fuerte y alto.
En esa pelea se encontraba Kunikuzushi corriendo y uno que otro golpe muy débil al igual que sin fuerzas. Del otro lado podíamos ver a Ajax, que ya podía llenar de golpes a Kunikuzushi por un simple descuido
—"Esto no es justo, no tengo ventaja"—pensó el más chico.
Y como si le hubiera hablado a los dioses, éstos le respondieron.
—¡Auch!— soltó Kunikuzushi pues algo le había caído en la cabeza lastimandolo al mismo tiempo.
Ahora veía un poco borroso, pero su vista se enfocó en lo que lo había golpeado.
Era un palo, que si le pegaban a alguien mas con eso, era capaz de lastimarlo muy fuerte.
Con pocas fuerzas trató de ir hacia él y cuando lo logró fue y lo tomo con sus manos ya lastimadas.
Pero ahora tenía una pregunta.
—¿Qué hago con esto?—dijo en voz baja.
—¡Golpea a Ajax como a una piñata!— volvió a gritar alguien.
