"Querido lector, aléjate de ella."- ¡Soy Klee! Un placer conocerte.
- Soy Kunikuzushi, también es un placer.
Los dos presentes se encontraban dándose la mano, en forma de saludo. Una mano era más grande que la otra.
El sonrojo de sus mejillas aún era notorio, lo habías invitado a pasar aún sin importarte si Albedo se enteraba.
- ¿También vas en la clase de mi hermano?
Miraste a Kunikuzushi, parecía confundido, no parecía estar bien, parecía a punto de desmayarse.
- Sí...
- ¡Wow! Me gusta conocer amigos de mi hermano.
Amigo no era la palabra correcta, pero se sentía halagado. Kunikuzushi solo sonreía a los comentarios de la pequeña.
- ¡Ven! Vamos con Dodoco al sillón, te lo quiero presentar.
Sin aviso la chica lo jalo del brazo, pero el chico hizo una mueca por el dolor, aunque trato de soportarlo y ocultarlo.
Fueron al sillón y se sentaron.
- Este es Dodoco, Kuni, ¡es mi mejor amigo del mundo!- dijo la infante mostrándole el peluche muy cerca de su cara.
Mientras hacía eso Klee, ella misma se dió cuenta de los golpes, los cuales trataba de esconder el jóven.
- ¿Qué te pasó en la cara?
- N-No le pasó nada Klee, jaja.- dijiste, pues no querías que se enterada.
Klee se paró del sillón y fue a su cuarto rápidamente.
Mientras Kunikuzushi y tú se quedaron en el sillón.
- Ven, acércate tienes que tratar esas heridas.- le dices.
- Pero...debería irme, no me gustaría interrumpir.
- No interrumpes nada, aparte yo te dije que vinieras ¿no?
- Pero...-el corazón del joven se aceleraba con cada acercamiento.
- Albedo lo entenderá.
Después de esa pequeña charla la pequeña bajo por las escaleras, volviendo al sillón.
- Toma. - dijo extendiendo unas curitas de animales.
Kunikuzushi miro aquella caja y la tomó.
- Muchas gracias, Klee.
Después de aquello la pequeña y Kunikuzushi estaban platicando y dibujando mientras tú le tratabas las heridas.
- Dodoco fue un regalo de mi mamá, por eso Dodoco es el mejor ¡junto a mi mamá!
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𝑺𝒐𝒏𝒓í𝒆 - (ꜱᴄᴀʀᴀᴍᴏᴜᴄʜᴇ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)
FanfictionEres una chica normal, le va bien en la vida, tienes amigos, todo en si está bien contigo. Aunque no todo era perfecto, tenías una vida placentera. Un chico el cual era misterioso y con una madre sobreprotectora por alguna razón, no iba a la escuela...