Reencarne en el libro amores robados

Capitulo VII

Narrador

En Luminox el rey Dereck anuncio que debido a la demanda del príncipe Dominius, los abogados de la corte habían llegado aún acuerdo de darle un pena de arresto domiciliario en un territorio del país, y luego de que la pena fuera cumplida el se le otorgaría el título noble de duque. La reina al oir esto sufrió un fuerte impacto por lo cual fue referida en un hospital de la capital luminence.

Dominius había sido enviado con la policía del país, hasta el ducado de Lux, y si apellido al dejar la familia real fue el mismo. Su padre había tenido consideración con él dejándole un territorio rico en minerales, comida y buenas oportunidades comerciales.

Dominius: Todo lo que hice fue por sugerencias de mi abuelo - lloro frustrado. Después de que su abuelo se enteró de su abolición lo había abandonado, yendo directamente con uno de sus otros nietos el cual tenía más recursos que él. - suspiro mirando hacia delante - por lo menos no tendré el remordimiento de que un hijo este solo en un país extranjero - hablo aceptando su destino como un príncipe abandonado.

Había sido derrotado, en ese juego de ajedrez de la vida real.
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Fue entonces en qué el tiempo paso en Inazuma, tres meses que pasaron volando como si el viento se los fuera llevado como arena. En el centro de Inazuma kazemaru estaba en su clase de confección, y en las tardes trabajaba como el consejero del general Tatsu. Sus padres no lo habían molestado más y no se había involucrado con ninguno de los personajes principales así que todo estaba bien.

Miyazaka: kaze-chan vamos al entrenamiento de la tarde - pidió el rubio de ojos verdes. Kazemaru tenía un tiempo sin participar por sus clases por lo cual asintió sin dudarlo, no quería perder la poca fuerza que tenía por estar en un cuerpo tan debil. Sin más los salieron del salón para ir a la sala de entrenamiento principal. - te enteraste - susurro - el general Tatsu parece estar enamorado de una joven dama, al parecer se encuentra todos los días con ella para almorzar - dijo a modo de chiste.

Ichirota: vaya la verdad ya estaba pensando que el general se quedaría para vestir santos si la guerra no acababa - hablo este jugando con su amigo. Al llegar vieron al mencionado sorprendido al ver a su estratega.

Tatsu: está vez parece que no tienes clases - hablo para dejar que se fueran a cambiar por su ropa de entrenamiento, y sin más comenzaron con los ejercicios que este les había indicado.

Corrieron 59 vueltas a la sala, luego las series de lagartijas, luego los abdominales, todo iba bien hasta que el doncel se levanto agarrando una parte de su vientre.

Ichirota; mierda - susurro limpiando el sudor que escurría por su rostro pálido. Tatsu se acercó rápidamente a el.

Tatsu: ichirota estás bien - pregunto para apoyarlo en su hombro, este solo asintió, pero  de repente todo se volvió negro.

Kazemaru había caído desmayado en los brazos del general Tatsu, el cual miro a todos los reclutas, y sin más dió la orden a miyazaka para guiar el entrenamiento.  Lo tomo en brazos para llevarlo a la zona médica en dónde el doctor los esperaba.

Cuando kazemaru despertó dos horas después estaba solo en la una habitación, sin más intento levantarse, pero en ese momento un médico entro con unos documentos y con una sonrisa en los labios.

Doctor: estaba preocupando porque no despertaba - se rió el señor mayor.

Ichirota: lo siento...creo que me sobre cargue de trabajo - se disculpó rascando si nuca apenado, estaba seguro de que había asustado alguien sin dudarlo.