Capitulo XII

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Narrador

Cuando Ichirota observó a su hija jugar con la muñeca que tenía, mientras sonreía de manera brillante. Estaba enojado por el descaro de endo. Cómo podía decir semejantes porquerías, sabía mejor que nadie que los hombre eran mentirosos.

Ichirota: mariposa ¿Te agrada mucho tu amigo? - pregunto mirando por el retrovisor, cruzando para llegar a la base del centro.

Dai: mami...Seo es genial me regaló una muñeca, también jugo conmigo y también le gusta el futbol - con una sonrisa radiante y un gran sonrojo hablo estuciasmada.

Ichirota: pense que habías dicho que no quería ir - se burló de su hija la cual inflo sus mejillas con enojo.

Dai: eso fue antes de conocer a Seo, el dijo que me presentaría a más amigos que son sus primos en su cumpleaños.

Estaba seguro que para esa dichosa fiesta irían todos esos  tipos, suspiro apretando el volante del auto con fuerza, huir solo sería una estupidez, puesto que Endo tiene más poder que el, y sus padres estarían enojados con endo, pero también con el. Al llegar al centro bajo su hija bajo felizmente corriendo.

Al entrar en la habitación ichirota vio a su hija sentada en el suelo jugando con muñecas, jamás había tenido un niño de sus edad para jugar, los demás estaban casados pero aún no habían tenido hijos, mientras que los que tenían no vivían en la torre.

Su pequeña era solitaria, siempre habían sido ellos dos.

En esa pequeña habitación recordó cuando entro con la bebé en brazos, con la ayuda de Tatsu la colocó en una cuna que había comprado.

Ichirota: mi...tu quieres conocer a papá? - pregunto teniendo a la respuesta de su hija. Su hija levanto la mirada e incluso su cabeza aún lado confundida.

Dai: mi tío Tatsu es papá - al decir eso las piernas del doncel perdieron fuerza, quería reírse por su rostro serio. Pero por lo visto tenía que explicarle ha su hija que Tatsu no era su padre. Sin más retiro el uniforme de su hija y colocó la invitación en la mesa de la habitación.

Ichirota: cariño..el tío Tatsu puede enojarse si escucha que dices eso - le dijo con dulzura, para tomarla en sus brazos.

Dai: pero..el dijo que es papá - bajo su rostro apenado, sus ojos se cristalizaron. Sintiendo una estaca en su corazón el doncel solo pudo suspirar.

La niña había terminado de ducharse la acomodó en la cama, para que durmiera y sin más en entro en la ducha para comenzar sumergirse en el agua. Por unos instantes su vida se había convertido en una mierda por culpa de Satoru Endo.

Salió de la ducha, para acostarse al lado de su hija y sin más comenzó a buscar en su teléfono.

Kazemaru: por favor investiga - llamo a la inteligencia - Satoru Endo, el heredero de los despachos más grande de Inazuma, envía todo lo que encuentres en los archivos, para mí teléfono.

Sin más una notificación de mensaje no se hizo esperar, fue cuando abrió los archivos que se percató de aquella banda naranja que su hija portaba. En varias fotos el hombre poseia la banda, muy a pesar de que sus trajes no combinarán con ella.

Ichirota: eres idéntica - susurro con molestia, para luego suspirar. Justamente leyó los archivos personales de Tatsu, abrió los ojos como platos y sintió una gran punzada en su corazón.

Los sentimientos del original estaban saliendo a flote de nuevo al ver una fotografía de una mujer de cabellos negro,  tez blanca desnuda en la cama con un hombre muy bien parecido, ojos azules, cabellos rosas.

Reencarne en el libro amores robados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora