Narrador
En la oscuridad de la noche del muelle de Inazuma, un doncel de cabellos azules miraba el mar el cual se veía oscuro, y brillante por el cielo nocturno reflejado en éste, el frío de esa noche hacia que el la piel se erizarán los bellos de su piel, fue en ese momento en el que varias camionetas blindadas llegaron al puerto.
De esta un ejército de hombres de negro y varios caballeros del reino de Luminox bajaron, detrás de estos bajo un hombre de cabellos negros, ojos naranja, piel blanca, alto, y acomodación de su hermano este poseía un físico más atlético, fuerte y entrenado, su ropa negra con adornos de oro, lo hicieron resaltar entre sus hombre.
Ichirota: en este mundo los hombres parecen todos actores de cine - susurro mirando. Se sintió envidioso al ver el físico de ese hombre, puesto que su anterior cuerpo era parecido al de este hombre entrenado.
Dominick: tienes lo que me prometiste en ese mensaje - habló mirando al pequeño doncel que para su sorpresa era uno hermoso, su sorprendente reacción dejo al príncipe perplejo.
Ichirota: lo tengo todo - dijo con una sonrisa de medio lado - No hago esto porque sea un terrorista o un héroe anónimo príncipe. Tu hermano enfermo es una amenaza que necesita ser controlada, por ello te ayudo - habló entregando las evidencias que tenía.
Dominick: eres un soldado que me gustaría tener en mis filas - habló con una leve sonrisa.
Ichirota: seguiremos el protocolo y el plan - habló ignorando la mirada del príncipe en el. - los medios solo mostrarán una parte de la evidencia, a partir de hora todo trato que tenga será con el general Nanami tatsu, el es mi superior. - sin más se dio media vuelta dejando al príncipe con la palabra en la boca. Fue en ese momento que el príncipe Dominick se sintió aún más confundido, el doncel le había dado la espalda a él y a sus hombres con toda confianza de que no lo lastimarían.
Dominick: eres un chico muy descuidado - dijo dándose media vuelta.
Ichirota: No eres tan imbecil como para desechar tu última carta de triunfo, para vengarte después de todo aunque no lo demuestres se mejor que nadie cual es el verdadero color de tu corazón - con tan solo decir eso el subio aún auto que lo estaba esperando discretamente.
El príncipe Dominick sonrió con maldad, subiendo al auto y partiendo del muelle, de forma rápida e igualmente discreta hacia uno de los campos de Japón, en dónde una avioneta discreta los esperaba. No puedo evitar cerrar los ojos y pensar en las palabras de aquel doncel.
Su padre el rey había estado comprometido con su madre una mujer hija de un Márquez del reino Luminox, de gran influencia a nivel mundial desde que eran pequeños, su madre estaba feliz de casarse con su padre por que lo amaba, pero fue más grande su sorpresa cuando su marido había embarazado a la hija de un empresario en bancarrota. El se disculpó con su madre diciendo que el solo la veía como una hermana, y que amaba a la chica, estaba dispuesto a casarse con su madre, pero da la casualidad que descubrió que estaba embarazada tres semanas antes de la boda.
Su imbecil padre contento le dijo que haría de esa mujer la reina, pero que no se preocupara el permitiría que su madre fuera feliz con otro hombre. Su madre dolida le dijo que padre no apoyaría más al reino y así fue como todos los recursos del marquesado que eran los más numerosos fueron retirados. Su madre también estaba embarazada, dio a luz en el extranjero dejando que los tortolos pensarán que eran una familia feliz. Justo en el momento que la guerra contra Japón inicio, su la padre busco la ayuda de su abuelo después de tantos años.
Aún recordaba lo que su padre había dicho a su abuelo en la isla privada que estaba a las afueras de Dubai.
Rey: lo que pasó entre tu hija y yo admitió fue mi error, porque no debí lastimarla pero tenía que asumir mi responsabilidad.
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Reencarne en el libro amores robados
FanfictionDoctor:Felicidades usted está esperando un bebé - sentencia el médico observando los resultados en sus manos con una sonrisa. Aquello había sido como un baño de agua fría para el pobre doncel. Más mierda para el saco pensaba el. Hace unas semanas ha...