━ 𝑆𝑜𝑚𝑒𝑡𝒉𝑖𝑛𝑔 𝑈𝑛𝒉𝑜𝑙𝑦 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔

006

¿Estaba cometiendo un error?

Dejó su celular prendido, justo en el contacto de Jisung, sin poder presionar la tecla que indicaba una llamada.

Tenía inmensas ganas de repetir lo de anoche. No sabía cómo, pero su mente no dejaba de repetir una y otra vez todos los momentos que pasó junto a Jisung. Yendo desde esa mañana en la cafeteria, hasta la última sonrisa en el supermercado. ¿Estaba siendo un completo estúpido? Sí, pero no podia ignorarlo, se sentía tan bien cuando estaba con él, a pesar de que solo fueron dos dias.

Jisung fue la única persona que logró hacerle desaparecer todo: los problemas, la existencia de su esposa o de su familia. Con tan solo tocar su cuerpo, logró desaparecer casi todo su estrés. ¿Estaba mal si lo llamaba para que eso vuelva a suceder?

Mandó al diablo todos sus pensamientos y apretó la tecla. Tres tonos después, una voz dormida lo saluda.

—Pensé que no ibas a llamar nunca.

Escuchó una leve risa.

—Lamento haber tardado, ¿estabas durmiendo? ¿Quieres que llame en otra ocasión?

—No, no, tranquilo, de todas formas, debo levantarme para ir a trabajar. ¿Pasarás hoy? Hay un menú especial...

—¿Te incluye a ti?

—Mmh... Puede ser, pero es el menú de la media noche, ¿estás de acuerdo con eso?

—Claro, paso por ti.

—Todo un caballero, Minhonnie.

—Todo por ti.

—¡Ya me sonrojaste!

—Me gustaría estar ahí contigo, lamento si suena muy pronto, pero me dejaste loco.

—Yo también quiero estar contigo —su voz sonó algo triste—. Quisiera seguir hablando pero mi hermano me necesita. ¿Nos vemos esta noche, verdad?

—Si, nos vemos. Adiós, Jisung.

Colgó y sus labios esbozaron una sonrisa. ¿Como le diría a Minju todo esto? Debería inventar algo bueno, porque sino, no solo él saldría lastimado.

Salió de la habitación y bajó las escaleras, encontrandose con Minju. Vio el reloj de la sala llenar el silencio con su tictac, eran las seis de la tarde. La mujer se levantó del sofá y con una sonrisa se le acercó.

—¿Vamos a cenar hoy?

Minho tragó saliva, sorprendido por esto. Le evadió la mirada y entró a la cocina para servirse un vaso de agua.

—No puedo hoy, trabajo con Hyunjin.

—¿Irás a su casa?

—Sí, tranquila, no vendrá.

—Pues, ¿lo dejamos para mañana? Quiero salir contigo, cariño —Minju se acercó y lo abrazó por la espalda, apoyando su mejilla en los omóplatos a la par que cerraba sus ojos.

—Puede ser.

La mujer bufó y se alejó de inmediato.

—¿Tienes otra, verdad? Otra chica, por eso pierdes el interés en mi.

Lee tragó saliva, sintiendo una extraña presión en el pecho. ¿Debería decirle y por fin ser libre?

Parecía que era un esclavo, atado de manos y pies, asintiendo a todo lo que ella decía y, si era libre al menos por dos segundos, tenía que hacer todo lo que esa mujer decía. Sí, así se sentia, y por más que deseara que fuese lo contrario, no podia hacer nada.

No podia ir en contra de la palabra de su padre ni deshonrar a su familia, pero sabía que se estaba contradiciendo así mismo.

—No, Minju, no tengo a nadie más —mintió—. Si te dieras cuenta de las cosas, si sales de tu burbuja por un momento, te darías cuenta que siempre te trato de la misma manera. No tengo ganas de salir contigo y punto.

La mujer bufó enojada y se fue enseguida. Minho largó todo el aire que estuvo conteniendo, definitivamente, necesitaba una distracción y tenía nombre y apellido.

Lo estaba deseando.

Si la noche anterior logró que todos sus problemas desaparezcan en cuanto sus labios se tocaron, definitivamente no desaprovecharía esa oportunidad. No teniendo semejante chico a su lado.

Lo que más le llamaba la atención era que el orgasmo que tuvo, fue más intenso que otras veces, como si en verdad lo necesitara para poder descargarse de todo el estrés que estaba sobre sus hombros, a causa de su trabajo y la mayor parte que era ocasionada por su familia.

La conciencia no le pesaba, al menos no por ahora.

Y eso le estaba preocupando.