━ 𝑆𝑜𝑚𝑒𝑡𝒉𝑖𝑛𝑔 𝑈𝑛𝒉𝑜𝑙𝑦 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔

016

Minho entró en la mansión que decía ser su hogar. En donde la felicidad debía ser protagonista, antes que la soledad, la cual azotaba su cuerpo, así como las ventanas lo hacian por la ráfaga de viento; se aproximaba una tormenta.

La misma que sentía en su ser, cuando los sentimientos eran mezclados con sus pensamientos y estos comenzaban una guerra por quién tenía la razón: si su corazón, que lo único que le decía era permanecer al lado de Jisung, o su cabeza, que no se alejaba de la realidad, puesta que esta le devolvía los pies a la tierra y le hacía saber que le estaba haciendo daño a dos personas.

O tres, ya que también se estaba haciendo daño así mismo.

Subía las escaleras poco a poco, no quería llegar, no quería verla y que su poca paz se esfumara para que sea reemplazada con el enojo. ¿Por qué debía ser así?

Y cuando abrió la puerta de su habitación, allí estaba, pero no cómo lo imaginó. No estaba durmiendo o pasando esas cremas por su rostro, estaba acostada, su cuerpo lo cubria una lencería de encaje rojo, uno que prendía a cualquiera, pero no a él.

La mujer caminaba lentamente hacia él, esperando ser lo suficientemente sexy, para que todo lo que planeó en el día, se haga realidad, sin  embargo no sabía que lo único que provocaba en Lee, era desinterés.

—Mi amor, no sabes lo que te esperé —susurró en su oreja, dejando algunos besos en su cuello, para darle el comienzo a una noche espectacular.

—Minju —no gimió, ni jadeó, algo que a la mujer le extrañó, aún así, siguió con sus besos, deslizando su mano por todo su cuerpo hasta llegar al miembro, pero el mayo simplemente la detuvo—. No es el día, lo siento.

Y se apartó de ella para meterse en el baño, bajo una ducha de agua caliente, que fue solamente para dejar sus pensamientos en claro.

Pero fue todo lo contrario.

Parecía que estaba encerrado en una caja en donde solo había oscuridad, un enredamiento de pensamientos, y sobre todo, sentimientos. ¿Qué sentia por Minju? Era el primero. ¿Qué sentía por Jisung? Era el único que podia contestar.

Paz.

Se sentia completo estando con él. La felicidad inundaba su cuerpo, como el agua de la lluvia inundaba las calles. Podia reirse sin tener alguna razón, podia hablar sin sentirse juzgado, podia tomar una decisión por él mismo.

Podia hacer todo lo que no podia hacer con Minju.

Estando con Jisung, podia salir del abismo en el que se hallaba cada vez que cruzaba la puerta de la mansión, y podia hallar una luz que no encontraba cada vez que miraba aquella mujer a los ojos.

Era definitivo.

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Minho pudo notar como su amigo fruncía su ceño cada vez más, por cada palabra que soltaba. Estaba seguro de que no le entendía, puesto que eran más de las cuatro de la mañana y era un situación que no se podía comprender solo con una taza de café en la mano.

Y cuando largó un suspiro, supo que su amigo habia conectado al menos dos puntos, y que allí venía la ola de preguntas.

—Lo conociste en un bar, mientras movía el culo —afirmó Hyunjin, pero a la vez trataba de comprender las cosas.

—No... lo conocí antes, en la cafetería donde trabaja. Haberlo encontrado allí, no fue más que una coincidencia, ni siquiera miré al lugar donde entré, solo quería un trago fuerte. Cuando lo vi, moviendo el culo... lo seguí hasta el baño y ahí empezó todo.

—O sea que heterosexual no eras, si te calentó solo con eso... Amigo, bienvenido, ya era hora de que salgas del closet, hasta pensé que debía darte una charla si es que no te dabas cuenta. Me alegro por ti. Sin embargo, no me alegra para nada la situación en la que te has metido y tú solo, eh. ¿Por qué no contarle a Jisung desde un comienzo?

Esta vez fue el pelinegro que largó un suspiro. Dejó la taza sobre la mesa ratona y se recostó en el sofá, llevando su cabeza hacia atrás y pensando en una razón que no parezca excusa.

—No lo sé —se sinceró—. Solo quería escapar de mi realidad y sumirme con Jisung en otro mundo, porque así me hace sentir él; me olvido de mi soledad, de mi sufrimiento... de mi infidelidad, incluso. Me hace sentir especial, como si fuese la persona más maravillosa del mundo, o como si me mereciera todo lo bueno que pueda darme la vida, y cuando le doy la espalda, cuando salgo de su casa, simplemente me hundo en la soledad, por no decir miseria, y estar con Minju, lo comprueba. Ya empecé el proceso de divorcio.

—¿A las cuatro de la mañana? —preguntó Hyunjin sorprendido, sin poder bajar el dedo que señalaba a Minho.

—Sí, solicité los papeles a un abogado —contestó lo más tranquilo posible.

—¿Minju lo sabe?

—No, pero se enterará. Le dejaré todo lo que quiera, los autos, la casa, todo lo que ella pida, pero yo necesito ser libre de ese infierno, y siento que si tardo cada vez más, arrastraré a Jisung a un sufrimiento que no se merece.

Hyunjin solo asentía a las palabras de su amigo, sin poder objetar, porque todo lo que decía, lo hacía racionalmente.

—Vaya, estás enamorado... lo estás realmente como para tirar años de matrimonio a la basura, y sobre todo, enfrentar a tus padres, me gusta este Lee Minho. Pero, ¿él está enamorado de ti?

—Cuando me mira con esos ojos, solo puedo sentirme amado —respondió sin pensarlo, mirando a un punto fijo en el suelo—. Y aunque termine de otra manera, no hago esto solamente por él, lo hago por mí, porque me hago daño. Y aunque parezca raro, Minju no necesita a un nombre que no tiene ojos para ella.

Entonces su celular sonó y al ver el mensaje que estaba ansiando, solo sonrió y se levantó del sofá.

—Lamento haberte despertado, amigo, es que necesitaba largar todo lo que estaba conteniendo.

—Sí, no te preocupes, pero en recomendación, diría que reces un par de padres nuestros, así te purificas un poco. Y por otro, si lo amas, solo sigue para adelante... míranos a Jeongin y a mí, todo resultó más que bien.

—Es lo que más espero, Hyun.

Entonces, con una sonrisa en su rostro se despidió de su amigo y se fue rápidamente, sintiendo como su corazón palpitaba de la emoción.

Jamas estuvo tan seguro como ahora, había llegado el momento que tanto estaba ansiando.