━ 𝑆𝑜𝑚𝑒𝑡𝒉𝑖𝑛𝑔 𝑈𝑛𝒉𝑜𝑙𝑦 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔

012

El baño realmente logró que todo su cuerpo se calmara. Luego de la discusión con la mujer que alguna vez amó, lo tensó demasiado, al punto en el que su cabeza comenzó a doler. Sin embargo, el agua tibia y los besos de Jisung descendiendo por todo su cuerpo hasta llegar a una cierta zona, sí, definitivamente lograba desconectarlo de todo el mundo.

Se vistió con la muda de ropa que, literalmente, alcanzó a tomar antes de salir corriendo porque llegaba tarde, y aún así, lo hizo. Pero agradecía que Jisung no se haya enojado, aunque todavía le quedaban largas horas para poder disculparse cómo debía.

-Entonces, chef Lee... Tiene todos los ingredientes sobre la mesa. Espero que sean las mejores pizzas de todo Seúl, soy muy exigente -confesó, en un tono coqueto, pero a la vez en broma.

Rodeó con sus brazos el cuello del más alto para poder dejarle un beso en sus labios, para luego susurrar.

-No te seques el cabello... Te queda tan sexy cuando está mojado.

-¿Mi cabello es el único que está mojado? -indagó, con una expresión que Jisung conocía muy bien.

Y que le excitaba, pero eso no lo iba a decir en ningún momento.

-Mmh... Quién sabe -guiñó su ojo izquierdo, antes de ser besado por Lee-. Hay que comer comida. Comida.

-Sí, sí, claro.

Jisung le sonrió antes de separarse completamente y lo vió irse hacia la cocina. Mientras que él, se tiró en la cama y con un almohadón, ahogó un grito de alegría. Luego, se sentó y miró a un punto fijo, a la vez que peinaba su cabello y arreglaba su ropa.

No había pasado nada.

Trató de ignorar los latidos de su corazón, de la sangre fluyendo por su cuerpo más rapido de lo normal. De sus mejillas rojas tan solo porque estaba con Lee.

Ignorar, ignorar, ignorar.

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Minho estaba cansado, no iba a mentir. Sus ojos le ardian, suponía que era por la cebolla, pero sabía muy bien que no era por eso. Aún así, a pesar de que se moria de sueño, seguia amasando, para poder hacer las pizzas totalmente deliciosas.

Cuando percibió que ya estaba, la separó en dos pedazos y las dejo descansar en un rincón, aprovecharía ese tiempo para poder hacer la salsa. Le echó un ojo a Jisung, quien contento se ofreció a ayudarle. Sabía que Jisung preparaba cosas dulces, por lo tanto, no se llevaba muy bien con la comida, pero observándolo, se le daba tan bien cortar el queso y comérselo...

Se acercó a él, llamando su atención enseguida, inclusive con un pedazo de queso en la boca, que no tardó en atrapar con sus dientes.

-Si sigues así, no va a haber queso para la pizza y no podemos ir a comprar.

-Es que tengo hambre y este queso es rico... No lo debí comprar -dijo, mirando la comida, con mucho deseo-. Si no uno más feo, para que no pasen estas cosas...

Minho largó una risa, se veía tierno.

-Entiendo, pero no habrá queso si sigues así -dijo, llevándose un pedazo a la boca, ganándose un golpe del menor, quien estaba totalmente indignado-. ¡Auch!

-¡Nos quedaremos sin queso, Lee! -exclamó cuando el mayor quiso comerse otro pedazo, pero fue Jisung quién se lo arrebató y lo devolvió al plato, el cual fue guardado en la heladera a modo de precaución.

Minho sonrió y volvió hacia la estufa, para fijarse como iba la salsa. Notó que ya estuvo mucho tiempo en el fuego, así que lo apagó y la dejó alli para que se enfriase.